De la nada reavivaron tres pedidos de pérdida de investidura contra Carlos Portillo, Tomás Rivas y Ulises Quintana. Todos se salvaron y sus casos fueron derivados al archivo.

En medio del trajín del refugio de Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán, en la Cámara de Diputados reavivaron proyectos de pérdida de investidura.

El primero en ser salvado fue Carlos Portillo, quien hace meses habría traficado su influencia a cambio de dinero. Gracias a 42 colegas colorados suyos, no perdió su investidura y fue mandado al archivo este proyecto de ley que no volverá ser tratado en al menos un año.

Además de él, también pasó por lo mismo el diputado Tomás Rivas quien fue objeto de investigación por tener ‘caseros’ que eran empleados particulares, sin embargo, cobraban sueldo en el Congreso, de acuerdo a investigaciones periodísticas.

Con 19 votos a favor de la pérdida de investidura versus 43 negativos, por un año no tendrá aprietos con esta figura constitucional. «Mi conducta siempre ha sido de sometimiento al debido proceso, confiando en que los órganos jurisdiccionales actúen con total objetividad y libertad, someto a los colegas el pedido de pérdida de investidura», dijo.

El siguiente en la lista fue Ulises Quintana quien fue salpicado por el operativo Berilo ya que habría beneficiado al supuesto narcotraficante Javier Reinaldo ‘Cucho’ Cabaña para que este movilice una importante suma de dinero.

Con 37 votos, rechazaron que Quintana sea objeto de perder su investidura de legislador. «10 meses estuve preso, casi un año, para que luego se dicte una resolución donde la fiscalía dijo que; no existían responsabilidades, como los de tráfico de influencia», expresó.Los tres se declararon inocentes ante los delitos que supuestamente cometieron y aseguraron que están a disposición de la justicia, según informó el medio digital Paraguay.com.

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