A los asegurados del IPS les parece negativo que el ente no invierta en infraestructura para mejorar comodidad de los internados. Como aspectos positivos solo resaltan a veces el trato del personal.

Las internaciones de pacientes en camillas y hasta en sillas de ruedas en los pasillos de Emergencias del Hospital Central son uno de los puntos que más indignan a los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS), junto con el desabastecimiento de medicamentos e insumos, según se desprende de un sondeo realizado por ÚH con asegurados y familiares.

A estos aspectos negativos se suman las críticas por la presencia masiva de médicos residentes en el servicio de urgencias, con escaso acompañamiento de médicos de mayor experiencia.

Sobre los puntos positivos del servicio, la mayoría dudó antes de responder, pero se centraron en resaltar la atención médica, pero de médicos especialistas, no de residentes, que incluso atienden “medio dormidos” en el servicio, según los relatos.

POSITIVO Y NEGATIVO. ÚH –en un recorrido en el Hospital Central– recopiló testimonios de disconformidad porque persisten las internaciones en los pasillos –una problemática que se arrastra desde mucho tiempo antes de la pandemia–, además de que abundan los residentes en Urgencias, a veces sin la observación de profesionales de carrera.

También siguen las quejas sobre la infraestructura, la falta de limpieza de los baños, el escaso tiempo para acompañar a los internados, el alto costo de los alimentos en los comercios, la escasez del personal de salud preparado, la calidad de la comida y otros.

En cambio, los puntos positivos son la atención médica –no de residentes–, la provisión de medicamentos en algunos casos, la entrega de informes sobre los pacientes.

Los acompañantes coincidieron en la necesidad de abastecer las farmacias con medicamentos y que es urgente una mayor infraestructura para evitar las internaciones en los pasillos, una problemática que se arrastra hace años.

Lo positivo y lo negativo que ven en la previsional

“Papá estuvo 5 horas en silla de ruedas”

Mi papá hace 10 días que está internado. Cuando vino estuvo cinco horas en silla de ruedas porque (urgencias) estaba colapsado. En cuánto a medicación y atención es excelente. Pero, de repente, hace falta mejoras en el baño. Tienen que poner un poco de comodidad”. Natalia Riquelme, familiar.

“Médicos atienden bien, pero hay pocos”

El servicio es pésimo. Mi marido está internado hace 43 días. Hay médicos que atienden muy bien, pero hay pocos. Necesitamos más profesionales, más licenciados y camilleros. Todos son residentes en urgencias, no hay médicos que te puedan resolver”Del Pilar Ortiz, familiar.

“Hay gastos también de alimentación”

Soy de Misiones y hace dos meses que mi mamá está internada. Los medicamentos se compran y los insumos también faltan. Y hay gastos también de alimentación (del acompañante), pañal, crema, agua, jugo para el internado, cosas que suman en los gastos”Teresita Enciso, familiar.

“Debe mejorar la limpieza (en salas)”

Le estoy acompañando a mi mamá. El servicio en general bien, hay medicamentos, a veces las enfermeras son amables. La limpieza (en las salas de urgencias) debe mejorar y la entrega de sábanas. A veces no tienen sábanas, la mayoría de las veces tenemos que traer”. Ramona Alfonso, familiar.

“Acá es buena la atención (médica)”

“Venimos de Caaguazú. Allá no había ni insumos ni especialistas. Acá es buena la atención, no me quejo, hasta ahora no compré nada. Lo que debería mejorar es que está todo lleno, en los pasillos, todo lleno. Seguramente no tienen lugar y estaban en los pasillos”Gregoria Ortega, familiar.

“Lo que más falta son medicamentos”

Lo que más falta son los medicamentos. Muchísimo se gasta. Mi marido se hace diálisis peritoneal (en el domicilio) y ahora está internado. Hace meses que no hay telmisartán y otros insumos. Parece que ya no hay fondos en IPS. Lo positivo es que ahora hay este albergue”. Graciela González, familiar.