Rusia acusó a Anvisa de “difundir a sabiendas información falsa e inexacta”. La agencia del país sudamericano dijo que los lotes enviados para análisis portaban una versión viva de un virus común que causa resfriados y cuadros de gastroenteritis

Los desarrolladores rusos de la vacuna Sputnik V contra el covid-19 anunciaron el jueves que iniciarán una demanda por difamación contra el regulador brasileño Anvisa, que rechazó autorizar la importación del fármaco, acusándolo de haber difundido información falsa a sabiendas sin probar su producto.

“Tras la admisión del regulador brasileño Anvisa de que no probó la vacuna Sputnik V, Sputnik V está emprendiendo un proceso legal de difamación en Brasil contra Anvisa por difundir a sabiendas información falsa e inexacta”, aseguró el fabricante en la cuenta oficial Twitter de Sputnik V. “Anvisa hizo declaraciones incorrectas y engañosas sin haber probado la vacuna Sputnik V real”.

La junta de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria brasileña rechazó el lunes la importación de Sputnik V,una vacuna aprobada en más de 60 países,después de que el personal técnico advirtiera sobre fallas en su desarrollo junto con datos incompletos sobre la seguridad y eficacia de la vacuna.

Un tema crucial para el regulador brasileño fue el riesgo de que otros virus utilizados para hacer que la vacuna se reproduzca en los pacientes, lo que un experto de Anvisa había calificado de defecto “grave”.

La cuenta oficial de Twitter del Sputnik V compartió una nota de un medio brasileño que citaba al mismo experto diciendo que no se habían realizado pruebas para probar la teoría brasileña.

La demanda judicial convierte la controversia en un caso diplomático entre Brasil y Rusia. El miércoles, los creadores de la Sputnik V opinaron que la decisión brasileña tenia un “carácter político” y no guarda relación alguna con la vacuna rusa “o con la ciencia”.

“La calidad y la seguridad de Sputnik V están garantizadas, entre otras cosas, por el hecho de que, a diferencia de otras vacunas, utiliza una tecnología de depuración de cuatro fases que incluye dos etapas de purificación cromatográfica y dos etapas de filtración de flujo tangencial”, señalaron los investigadores rusos.

Esta técnica, agregaron, “ayuda a obtener un producto altamente purificado que también se somete a un control obligatorio que incluye el análisis de la presencia de (adenovirus capaz de replicarse) RCA o de cualquier aditivo”, algo que sugirió antes la parte brasileña.

Por su parte, el presidente de la Anvisa, Antonio Barra Torres, indicó que el fabricante ruso no entregó el “informe técnico completo” del inmunizante y también se impidió una visita técnica a las instalaciones del Instituto Gamaleya.

En Brasil, que ha vacunado a 29 millones de personas al menos con la primera dosis, se aplica en carácter de emergencia la vacuna Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, y con registro definitivo para su uso la Covishield.

También está aprobado en Brasil el uso definitivo de la vacuna Tozinameran, mientras la vacuna del laboratorio belga Janssen también tiene aprobación para su uso con carácter de emergencia.

La víspera el Kremlin aseguró que Rusia estaba dispuesta a proporcionar a Brasil la información necesaria para que el regulador sanitario de ese país autorizara el suministro y el uso de la vacuna Sputnik V.

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