En los primeros años de evolución de la enfermedad, la persona con diabetes puede no presentar síntomas, por lo que es clave realizar el control regular de la glucemia. Este control debe iniciarse desde la adolescencia, al menos una vez al año, sobre todo si se cuenta con antecedente familiar o factores de riesgo.

Hoy 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, fecha que apunta a alertar sobre esta patología y sus complicaciones, sobre la importancia del control metabólico y de la adopción de hábitos saludables.

La diabetes es una enfermedad crónica, que se presenta cuando el nivel de glucosa (azúcar) en sangre es elevado. El médico diabetólogo del Programa Nacional de Diabetes, Dr. Federico Fariña comenta que la diabetes es también conocida como una enfermedad silenciosa, ya que puede cursar de forma asintomática en los primeros años de evolución, es por ello que enfatiza la importancia de estar atentos a los factores de riesgo que pueden alertar sobre la presencia de esta patología crónica.

El sedentarismo, la obesidad, la dieta no saludable, la edad avanzada y antecedentes familiares con diabetes, son principales factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad. El médico recomienda a toda persona que registre cualquiera de estos factores de riesgo a realizarse chequeos, entre los que incluya el control de la glucemia.

En el país cerca del 10% de la población cuenta con esta condición. Fariña señala que el 90% de los diagnosticados presenta diabetes tipo 2, mientras que un 10% diabetes tipo 1.

«Todos los rangos etarios están expuestos a padecer diabetes. Cuanto mayor sean las tasas de obesidad, sedentarismo y malos hábitos, hace que la aparición de la enfermedad se registre a edades cada vez más tempranas, sobre todo la diabetes tipo 2», advierte el profesional de salud.

Si bien la diabetes no se cura, se puede controlar e incluso prevenir con la adopción de hábitos saludables, en las que se incluya alimentación saludable, práctica de actividad física regular y el control periódico de la glucemia (nivel de azúcar en sangre).

La recomendación es realizar el chequeo de glucemia al menos una vez al año, sobre todo si se cuenta con antecedentes familiares o factores de riesgo.

La frecuencia para los diagnosticados es mayor, principalmente para los insulinodependientes, donde los controles de glucemia van de 1 a 5 veces al día.

Prediabetes

Por otra parte, el doctor Fariña alerta sobre la prediabetes, identificado así al estadío que se registra previo a la evolución de la enfermedad. Se manifiesta cuando los niveles de azúcar en sangre se hallan por encima del rango normal, pero en niveles no lo suficientemente altos como para ser diabetes.

Describe que esta etapa constituye uno de los momentos más relevantes para el paciente. Tomando las medidas necesarias y cumpliendo con las recomendaciones médicas, se puede pasar del estado de prediabetes a un estado de normalidad o retrasar la evolución de la patología.      

Tipos de diabetes

La diabetes tipo 2 es la más frecuente y se presenta cuando la insulina en el organismo no funciona adecuadamente. Se desarrolla debido a los excesos alimentarios, sedentarismo y otros factores de riesgo. Puede prevenirse con la adopción de hábitos saludables. Se registra mayormente en personas de mediana edad y en edades geriátricas. Es prevenible en más del 80% de los casos con un estilo de vida saludable.

La diabetes tipo 1, en cambio, se produce por una alteración autoinmunitaria, debido a que las propias defensas del cuerpo atacan a las células productoras de insulina del páncreas y las destruye. No es prevenible. Se trata con insulina de por vida. Es frecuente en edades pediátricas y en adolescentes.