La fiscal Carolina Martínez apeló el arresto domiciliario concedido al pastor investigado por abuso sexual en niños. La jueza Norma Salomón le había otorgado esta medida a raíz de su edad.

Tras la decisión de la jueza Norma Salomón de decretar la prisión domiciliaria del pastor evangélico, la fiscal Carolina Martínez volvió a presentar una apelación a la citada resolución judicial.

La representante del Ministerio Público fundamentó su pedido de prisión preventiva en la necesidad de “proteger a la sociedad y, en especial, a las menores víctimas”, teniendo en cuenta que el procesado violó su arresto anterior y, aprovechándose de su rol de pastor, volvió a cometer otra violación contra una niña de 11 años.

Así también, la agente fiscal resaltó el agravio establecido en el Auto Interlocutorio donde se otorga el arresto domiciliario al pastor evangélico, imponiendo a los funcionarios de la Fiscalía a que realicen el control aleatorio en el domicilio del imputado, siendo que el Ministerio Público tiene otro rol constitucional y legal.

Sobre el punto, Martínez menciona en el documento de apelación que el rol de la institución a la que representa es “el ejercicio de la acción penal pública y no controlar el cumplimiento de medidas de arresto domiciliario“, cuestionando así la imposición del Juzgado.

La Fiscalía solicitó la aplicación de la prisión preventiva para el pastor ya que el mismo afronta otra causa anterior por abuso sexual, teniendo nuevamente a una niña como víctima.

Cabe recordar que la jueza Norma Salomón había otorgado por segunda vez el arresto domiciliario al imputado debido a su edad, ya que el mismo posee 71 años y, según lo dispuesto en el Código Penal, la edad límite para conceder la prisión preventiva es 70 años.

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