El Gobierno brasileño considera que la economía del gigante sudamericano avanzará en 2020 y proyectó que el producto interno bruto (PIB) para este año pasará del 2,32% previsto a 2,4%, informó ayer el Ministerio de Economía.

La expansión que se espera en Brasil es “auspiciosa” para Paraguay, la cual logró “protección” ante la recesión de Argentina, la cual “dejó de ser un contribuyente significativo al crecimiento local hace algún tiempo”, señaló José Cantero, presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), en declaraciones al medio internacional Bloomberg.

En tanto, la inflación de Brasil, que se estimaba en 3,53%, también subirá este año y se ubicará en 3,62%, de acuerdo con previsiones divulgadas por la cartera de Economía brasileña.

Las estimaciones del Gobierno del vecino país son más optimistas que las del mercado financiero en Brasil, que espera un crecimiento económico de 2,3% para 2020, según la última edición del boletín del semanario Focus, realizada por un centenar de economistas consultados por el Banco Central.

“Los indicadores de empleo y de la actividad presentaron un escenario consistente para la reanudación de la economía en 2020”, señala el informe del Ministerio del gigante sudamericano.

RECUPERACIÓN. Actualmente, Brasil se recupera todavía de la dura crisis que el país atravesó en 2015 y 2016, cuando el producto interior bruto (PIB) se hundió cerca de un 7%, en la que fue su peor recesión en las últimas décadas.

En 2017 la economía creció un 1,3%, el mismo porcentaje de 2018, mientras que la expansión llegó al 1,2% en 2019 y ahora se espera un 2,4% en 2020, según las previsiones del Gobierno brasileño.

Durante su primer año de Gobierno, el presidente derechista Jair Bolsonaro llevó a cabo un importante plan de ajuste fiscal y de reformas para reequilibrar las maltrechas cuentas públicas del país.

El Ejecutivo logró aprobar una polémica reforma a las jubilaciones, reducir ligeramente los gastos, inyectar liquidez por medio de la liberación de unos fondos de garantía laboral e impulsar un amplio plan de privatizaciones.

Sin embargo, la industria aún presenta altos niveles de ociosidad, el desempleo se instaló en los dos dígitos (11,2%) con una tasa de informalidad récord.

En tanto, el real se devaluó cerca de un 4,5% frente al dólar, que a finales de noviembre de 2019 marcó su máximo al venderse a 4,258 reales frente a la moneda estadounidense y hoy se cotiza en los 4,137 reales el billete verde.