Acuerdo de Añetete con llanistas y cartistas está en peligro si el senador acusado por uso indebido de influencias pierde su banca. Igualmente si persiste el pacto, el abdismo quedará mal parado.
La bancada de senadores de Colorado Añetete debe definir esta semana la suerte del liberal Dionisio Amarilla, quien fue salpicado en el caso de supuesto intento de soborno para favorecer a la empresa Security Service Technology SA (SST) una licitación multimillonaria en el Instituto de Previsión Social (IPS).
El tema pone en aprietos al oficialismo, en vista a que está en conversaciones con el sector del llanismo para cerrar números para la mesa directiva de la Cámara Alta, así como importantes proyectos en estudio y que son de interés del Ejecutivo. Uno de ellos es proyecto de reforma tributaria, actualmente en estudio. En este pacto también está incluido el cartismo, pero hay varios votos dudosos respecto al tema Amarilla, tanto en HC como en Colorado Añetete.
El propio Abdo Benítez reconoció que hubo un acuerdo anterior que llevó al actual titular Silvio Ovelar a la presidencia del Congreso, en el 2008. Ahora, debían acompañar a un llanista.
Sin embargo, es fuerte la presión para definir la pérdida de investidura de Amarilla. El tema será tratado en las próximas horas por los legisladores de Colorado Añetete, según adelantó el jueves el propio Abdo Benítez.
La justificación que hubo por parte del Ejecutivo es que varios de los senadores están de viaje y el senador Juan Carlos Galaverna con problemas de salud.
El presidente de la República también exteriorizó su malestar ante la presión mediática para que Añetete defina postura. Señaló que se repitió la misma situación cuando se trató el tema de la Contraloría General de la República (CGR), cuando fue sacado Enrique García, sobre quien también cayeron fuertes sospechas de pactar con el oficialismo.
Por otra parte, el eventual apoyo de Colorado Añetete para que Amarilla continúe en el cargo también tendrá consecuencias, ya que el propio jefe de Estado repitió en varias oportunidades que “caiga quien caiga”, él apoyará la lucha contra la corrupción.
El oficialismo quedaría mal parado en un momento crítico , ya que el Gobierno de Abdo Benítez no logra salir de una situación económica difícil.
Hasta el momento hay 18 votos por la destitución del senador Amarilla, pero faltan por lo menos cinco, ya que son 23 los necesarios para que el senador liberal pierda su investidura.
INTERNISMO. Por otra parte, un punto que genera inquietud interna es el internismo entre integrantes de la bancada de Colorado Añetete. Específicamente, las diferencias entre Enrique Bacchetta y Rodolfo Friedmann, ambos aliados del presidente de la República.
Durante una de las últimas sesiones en el Senado, se visibilizó el malestar entre ambos referentes del oficialismo. Fue luego de que Friedmann realizó críticas al cartista Sergio Godoy, durante el debate del proyecto de ley de las sociedades anónimas.
Bacchetta reaccionó y cuestionó la actitud de su colega de Añetete. “Me parece de muy mal gusto que una persona que no sabe lo que pasa en las comisiones y nunca participó de las reuniones venga a hablar de esa manera y trate de esa manera a un compañero. Totalmente desatinada, imprudente y desajustada las expresiones de Rodolfo Friedmann”, retrucó.
El presidente Abdo Benítez espera que se pueda articular mejor y haya sintonía con los integrantes de la bancada de Añetete, a fin de mantener posturas sobre temas importantes, como el tratamiento de la reforma impositiva y otros debates de interés del Ejecutivo.
El vicepresidente Hugo Velázquez intensificará lobby
Junio es el mes en que se deben cerrar las negociaciones y concretar la elección de la mesa directiva del Congreso. El presidente Mario Abdo Benítez busca mejorar la comunicación y mantener una fluidez con los senadores. Esto luego del revés que sufrió hace dos semanas con la decisión que tomaron los legisladores de rechazar el veto presidencial a la jubilación médica. Abdo Benítez conversó con algunos senadores de Colorado Añetete para buscar la fórmula que pueda revertir futuras situaciones y que muestren debilidad del Ejecutivo. En ese sentido, una de las alternativas es que el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, pueda tener mayor presencia en la Cámara Alta. Velázquez tiene reuniones permanentes y buena entrada con Diputados, Cámara donde él perteneció antes de ocupar el cargo de vicepresidente. Sin embargo, el mismo escenario no se da con los senadores. //ABC Color