Salvo por las inundaciones anuales, nuestro país gozaba del privilegio de la gran tolerancia que la naturaleza mostraba ante nuestros excesos e irresponsabilidades. Ni huracanes, ni maremotos, ni tornados, ni tsunamis, nada que nos llevara a sufrir fenómenos naturales que nos dejaran sin hogares, sin familia, etc.

Pero esto cambió en los últimos días. Hace unos días, se confirmó que lo que atacó la localidad de Mbocayaty del Yhaguy, en Cordillera, fue un tornado. Ayer, la zona atacada por el mismo fenómeno fue Santaní, San Pedro.

En ambos lugares, el fenómeno dejó sendas víctimas; en Mbocayaty una mujer mayor, y en Santaní, una niña.

La meteoróloga Melibea Benegas afirmó que nuestro país no tiene posibilidad de medir la categoría de un tornado ya que con simples fotos o vídeos, no es posible confirmarla. Sin embargo, se pueden hacer estimaciones con base a las consecuencias de su paso.

Refiriéndose a lo ocurrido ayer en Santaní, la experta dijo en la 730 AM que “estamos recabando información para poder confirmar que haya sido o no un tornado, hay que hacer un análisis detallado de las condiciones atmosféricas que se dieron en ese momento”.

Por su parte, el director de Meteorología, Eduardo Mingo, señaló que, a juzgar por las consecuencias, se puede estimar que lo registrado en Santaní fue un tornado de categoría F1.

Meteorología advierte que estas condiciones climáticas continuarían y explican que, cuando se habla de fenómenos de tiempo severo, puede incluir lluvias intensas, granizadas, vientos fuertes a muy fuertes y tornados.

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