El diputado Tomás Rivas (ANR, cartista) acaba de ser desaforado por sus pares y a pedido del mismo, después de que la Corte destrabara sus últimas chicanas. A pesar de los incidentes, afirmó que siempre se sometió a la Justicia.

“Hoy solicitó que se otorgue el desafuero, apreciados colegas. Les pido, para de esa forma continuar la sesión que tenemos varios puntos que tratar”. Así terminó su intervención Tomás Rivas, imputado hace un año atrás por sospechas de hacer figurar a sus tres caseros como funcionarios de la Cámara Baja.

Se votó y, por mayoría, los diputados aprobaron su desafuero. Ayer ya había anunciado que en la sesión ordinaria de hoy pediría que le retiren la inmunidad parlamentaria.

«Mi conducta siempre ha sido de sometimiento al proceso hasta que empezaron (fiscales y jueces) a violentar flagrantemente los más elementales derechos consagrados en la misma Constitución Nacional, que me obligó a usar recursos legalmente disponibles para cualquier imputado». De esta forma el diputado justificó las chicanas que dilataron por más de un año su desafuero.

Recientemente la Corte Suprema de Justicia destrabó su caso y, acorralado ante el inminente pedido para quitarle sus fueros, prefirió solicitarlo el mismo.

Se sospecha que pagaba con dinero público a sus caseros Reinaldo Chaparro Penayo, Lucio Romero Caballero y Nery Antonio Franco González. Pero no cumplían funciones en la Cámara de Diputados, sino que lo hacían en el domicilio particular del diputado.

Rivas y los tres caseros están imputados por los supuestos hechos punibles de estafa, cobro indebido de honorarios, uso de certificados sobre méritos y servicios de contenido falso y expedición de certificados sobre méritos y servicios de contenido falso. // ABC Color