Si bien, aplaudimos el progreso mediante la construcción de la doble vía en 120 kilómetros de la Ruta Nº 7 Dr. Gaspar Rodríguez de Francia, pues además de significar un gran movimiento laboral de obreros se podrá mejorar la rapidez y seguridad en el tránsito de polo a polo en nuestro país. Sin embargo la empresa encargada de ejecutar las obras Consorcio Tape Porã no puede desentenderse de los impactos sociales que significan los avances en determinadas comunidades, por lo que esto resulta un obstáculo que puede significar un bache devastador para el proyecto.-
La problemática, que nace a causa de una cierta improvisación, y falta de sensibilidad del consorcio y del Ministerio de Obras Públicas para favorecer a los usuarios quienes finalmente son los que financian la obra a través de los pagos del peaje correspondiente día a día, debe ser superada de la mejor manera.
Para eso es necesario que los actores políticos y ciudadanos tengan la madurez suficiente para priorizar lo que conviene realmente al desarrollo de nuestro país, sin perjudicar a nadie, y sin efectos secundarios negativos.
Las propuestas que se han arrimado al consorcio Tape Porã y al MOPC no fueron analizados, ni siquiera, recibieron respuesta alguna, dejando de lado en absoluto el involucramiento de la sociedad en este proyecto que ya está en sus inicios, y que debíamos haber estado celebrando sin más contratiempos.-
Las ganancias multimillonarias que percibe diariamente la empresa encargada de la concesión son fruto del aporte de los usuarios, por lo que deben ser escuchados, y tenidos en cuenta.-
Se presentaron posibles soluciones a problemas socioeconómicos con la re ubicación de casilleros, y una ciudad como J. Eulogio Estigarribia, conocida por ser un distrito pluricultural y que busca mayor unidad entre sus pobladores, no puede ser dividida, sino más bien deben respetarse los derechos de la comunidad que logró convertirse en un polo de desarrollo industrial para el país.
Obras serias, y pensadas a futuro, deben ir acordes a la realidad social de hoy y midiendo los impactos para el futuro, con la ampliación del tramo señalado, se espera reducir los tiempos de viajes de los usuarios en aproximadamente una hora, y por tanto el costo de desplazamiento del tramo en ahorro de combustibles y repuestos. Asimismo, se espera que la accidentalidad de la vía disminuya sensiblemente al tratarse de una carretera que tendrá cuatro vías, dos de ida y dos de vueltas en únicos sentidos cada una de ellas.