Del colchón de G. 355.000 millones, la Bicameral otorgó G. 8.000 millones a programas que combaten la pobreza. En contrapartida, según datos preliminares, G. 106.000 millones fueron a salarios.

Poco y nada importan en el Legislativo los programas públicos que tienen como fin asistir a la población en situación de pobreza o pobreza extrema. Al menos, eso es lo que se concluye del dictamen elaborado por la Comisión Bicameral sobre el proyecto de ley que establece el Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2023.

Del documento divulgado este martes se puede ver que, del colchón de G. 355.000 millones (USD 50 millones) creado con recortes a varios rubros, con el fin de hacer reprogramaciones de acuerdo con las necesidades del Estado, solo G. 8.000 millones se redireccionaron hacia el gasto social.

En ese sentido, el reporte da cuenta que G. 3.000 millones fueron al programa de comedores comunitarios y los restantes G. 5.000 millones se asignaron a medicamentos, servicios sociales y pago de subsidios. No incluyeron fondos para programas como Adultos Mayores, Tekoporã ni Tenonderã (ver infografía).

Por el contrario, los cálculos preliminares indican que las nivelaciones y equiparaciones salariales, las creaciones de cargos y el pago de extras, se llevaron del colchón unos G. 106.000 millones, 13 veces más que el dinero destinado a asistir a pobres. Se espera que en estos días la Bicameral impacte dentro del PGN estas modificaciones, con lo cual se podrá saber el aumento exacto en el gasto salarial.

Detalles. La Comisión Bicameral del Congreso dio a conocer este martes, de forma más detallada, su dictamen sobre el PGN 2023.

Esta instancia del Legislativo rechazó los pedidos de ampliación hechos por entidades públicas y gremios de trabajadores, por USD 450 millones. Con esto, mantuvo el tope del déficit en el 2,3%, como solicitó el Ministerio de Hacienda.

La Bicameral decidió crear un fondo para atender necesidades de diferentes instituciones no contempladas en el proyecto remitido por el Ejecutivo ni en la adenda posterior, por USD 50 millones. Esto se financió con cambios en la fuente de financiamiento de inversiones y subsidio a colectiveros, disminución de créditos dentro del Ministerio de Hacienda, aumento de aportes intergubernamentales y ajustes de ingresos, entre otros.

Con esa especie de “colchón”, en un 2023 donde se realizarán nuevas elecciones generales para presidente y cargos legislativos, las reprogramaciones financiarán, principalmente, nuevos gastos salariales como equiparaciones, creación de cargos y pagos de gratificaciones adicionales.

Esperan datos

El Ministerio de Hacienda está esperando que la Bicameral impacte dentro del proyecto de ley estas reprogramaciones, para luego dar su parecer sobre el documento.

La cartera teme que se haya inflado el gasto salarial, ya que eso vuelve más rígido el PGN y le resta maniobrabilidad.

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