Cerca del centenar de movimientos que participarán de las próximas internas partidarias, lideradas por los principales caudillos, no estarán obligados al control financiero dado que no fue actualizada la ley.
La ley de financiamiento vigente está limitada a controlar solo las elecciones generales, por lo que en las internas los caudillos políticos, tal como lo hicieron en comicios anteriores, tirarán la casa por la ventana sin que haya obligación de rendir.
Si bien fue el oficialismo colorado el que sistemáticamente trabó en la Cámara de Diputados la modificación de la ley, se planteó la semana pasada un último intento para modificar la normativa, a fin de que esta ya se aplique desde las internas partidarias previstas para diciembre.
La idea es que la Secretaría de Prevención del Lavado de Dinero (Seprelad) tenga dentro de sus facultades auditar las internas, a sus movimientos y detrás de estos a sus principales candidatos.
Para Marta Ferrara, directora ejecutiva de la organización no gubernamental Semillas para la Democracia, un efectivo control del financiamiento político se garantiza con el control desde su origen, es decir, desde las internas. «Es preciso controlar las internas, porque precisamente es ahí donde se usa mucho dinero de los candidatos, dinero privado y el dinero sucio», indicó.
Beneficiados. Debido a su maquinaria electoral, el principal beneficiado porque no se auditen a fondo los recursos usados en campaña es Honor Colorado, quien encabeza el propio presidente de la República, Horacio Cartes. El mismo mandatario patrocina las campañas de sus candidatos de cara a las próximas elecciones, como el de Santiago Peña, quien aspira llegar a la presidencia de la República.
No queda atrás en despilfarro de recursos el presidenciable y líder de Colorado Añetete, senador Mario Abdo Benítez, quien varias veces se jactó de que no le faltará el dinero para enfrentar el poderío económico de Cartes, quien no escatima gastos en una campaña política.
A esto se suma que tanto en el sector del oficialismo como el de la disidencia activan cuestionados dirigentes a quienes se los ligó en su momento al narcotráfico, como el diputado Bernardo Villalba (HC) y el diputado Freddy D’Ecclesiis (disidente).
En otro frente, liderado por el diputado Óscar Tuma, militan los hermanos Sánchez, Carlos y Denilso, actual intendente de Capitán Bado, ambos con sendos procesos por lavado de dinero.
En el PLRA, tanto el sector de Alegre y el encabezado por Llano, también se benefician con el blindaje a sus gastos de campaña. El primero tiene el aparato partidario a su favor./ÚH.