Varios responsables que hoy miles de ahorristas pierdan todo el fruto de trabajos de años de sacrificio, siguen campantemente por la ciudad con infulas de grandes ciudadanos.

Cuatro años después de que la Cooperativa Coronel Oviedo Ltda. se declarara insolvente por deudas crediticias que superaron los G. 30.000 millones, unos 25.000 socios están a punto de perder G. 55.000 millones de sus ahorros porque la Comisión de Liquidación no pudo saldar las deudas, razón por la cual sus bienes están punto de ser transferidos a los bancos.

Actualmente, la cooperativa debe unos G. 24.000 millones al Banco Continental y Oikocredit de Holanda, así como a la Central de Cooperativas (Cencopan). También unos G. 55.000 millones de ahorro de los socios de la entidad que deberían ser devueltas; otros G. 4.000 millones por demandas laborales y unos G. 1.000 millones a proveedores, que integran la deuda de G. 84.000 millones.

Para que esa deuda sea saldada debió venderse bienes patrimoniales autónomos que superan los G. 75.000 millones y cobrar créditos que rondan los G. 15.000 millones, se explicó. Pero a cuatro años de declararse insolvente la cooperativa, la comisión liquidadora, compuesta por tres socios, Enrique Yegros (presidente), German Wiegert y Gustavo Recalde Godoy (miembros), más la representante del Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop), Johana Valiente, no pudieron vender los inmuebles, razón por la cual en febrero próximo los bancos harían uso del fideicomiso y todos los bienes pasarán a nombre y dominio de las entidades acreedoras del año pasado venció el plazo que se había establecido para el pago de las deudas.

Esto haría que los dueños de los G. 55.000 millones pierdan prácticamente la totalidad de sus ahorros. Hay socios que tienen los ahorros de toda su vida en la cooperativa, que superan inclusive los G. 6.000 millones. Recordemos que las cooperativas carecen hasta hoy de la institución conocida como Fondo de Garantía, vigente en el ámbito bancario.

La garantía del fideicomiso está a cargo del banco Atlas, el que en 2019 llamó en tres ocasiones a concurso de oferentes para la venta de los inmuebles, pero todos se declararon desiertos.
Varios ex directivos (ver lista en publicaciones anteriores), en connivencia con políticos han burlado hasta hoy a la justicia, quedando así impune tan grande despojo que incluso dejó varias familias enlutadas.