El tercer aniversario del crimen de Fernando Báez Sosa, hijo de paraguayos, estuvo marcado por actos masivos cargados de lágrimas, dolor y reclamos en Argentina. Al unísono de justicia, la madre vertió que no busca venganza, sino que su hijo descanse en paz.

En las localidades de Dolores, Villa Gesell, Zárate y la ciudad de Buenos Aires, de Argentina, se realizaron una serie de actividades el miércoles en homenaje al joven Fernando Báez Sosa, hijos de paraguayos, cuyo crimen cumplió tres años en la víspera.

El diario Clarín se hizo eco de los distintos actos, enfatizando que todos estuvieron cargados de mucha emoción: lágrimas, dolor y reclamos.

Este año se inició el juicio oral contra los ocho rugbistas acusados, que sigue en desarrollo y tiene previsto cerrar con el veredicto el próximo 31 de enero.

Una publicación del medio argentino señaló que uno de los eventos que marcaron la jornada del aniversario del asesinato fue el acto multitudinario en el Anfiteatro Municipal del Parque Libres del Sur, en la ciudad de Dolores, donde participaron Graciela Sosa y Silvino Báez, los padres del joven fallecido.

En la jornada fue declarado de interés por su carácter interreligioso, ya que estuvieron presentes cabezas de la Comunidad Musulmana Ahmadía Argentina, de la Aciera en Dolores, Afro-Umbadista, de la Iglesia Anglicana en Argentina, el Judaísmo y de la Iglesia Católica en Dolores.

Tras una misa oficiada en el lugar hablaron los papás de Fernando Báez Sosa, quienes luego plantaron un jacarandá en el predio en homenaje al hijo.

“Vinimos a Dolores. Preparamos nuestra valija con Silvino en busca de justicia. Nosotros no queremos venganza, solo queremos que paguen lo que le hicieron a mi hijo”, expresó la mamá durante el evento. Por momentos, no se contuvo el dolor y desató algunas lágrimas.

Ella y el papá reclamaron un castigo ejemplar para los procesados y agradecieron todo el apoyo recibido en la causa.

“Espero justicia ejemplar por Fernando. No quiero venganza. Solo quiero justicia y que Fernando pueda descansar en paz. Y que nosotros tengamos un poco de paz en el corazón”, prosiguió en otro momento Graciela Báez.

Al menos, unas 2.500 personas asistieron a la actividad, que se llevó a cabo en la noche del miércoles en Dolores, donde también se realizaron dos marchas, de diferentes convocatorias.

En Villa Gesell, el obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre, ex cura párroco de Villa Gesell, ofició una misa frente al boliche Le Brique, donde hace tres años asesinaron a Fernando Báez. Turistas, locales y religiosos ocuparon toda la cuadra, según Clarín.

En horas del mediodía se realizó una manifestación en el Obelisco, en la ciudad de Buenos Aires, con pedidos de justicia, que se replicaron con fuerza en la zona de Recoleta, frente a la casa de la familia del homenajeado.

Vecinos autoconvocados de Zárate, donde viven los ochos rugbistas acusados por el crimen, se concentraron en la plaza principal de la ciudad y también marcharon pacíficamente por las calles.

A tres años de la muerte de Fernando Báez, el caso considerado como un crimen de odio y discriminación racial sigue conmocionando a toda la sociedad de Argentina y Paraguay, donde familiares y ciudadanos también realizaron homenajes.

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