El buen funcionamiento de los riñones es vital. Estos órganos cumplen acciones importantes en el bienestar corporal, por lo que es importante tomar decisiones en la alimentación para asegurar su buen funcionamiento.

El cuidado del cuerpo incluye mantener un estilo de vida saludable con ejercicios y buena alimentación. En este sentido, se debe tener en cuenta a todos los órganos vitales y evitar perjudicarlos. Entre estos, se encuentran los riñones.

Según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos (NIDDK, por sus siglas en inglés), los riñones son dos órganos del tamaño de un puño que se ubican justo debajo de la caja torácica, uno de cada lado de la columna. Su función es eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo, manteniendo un equilibrio saludable de agua, sales y minerales.

De la importancia que tienen en el bienestar deviene la necesidad de procurar que estén sanos y hay bebidas que los benefician y otras que los perjudican, según una publicación de elpais.com.uy

Las mejores bebidas para los riñones

Aunque hay una gran cantidad de opciones que se deben descartar, hay muchas bebidas que se pueden incluir en la dieta y son deliciosas.

Una lista de bebidas que ayudan a cuidar los riñones:

Agua: No hay mejor opción que el agua, la bebida más saludable y vital por excelencia, así que no se debe omitir su consumo.

Infusiones: Una opción rica que se puede beber fría o caliente. Se deben elegir ingredientes bajos en potasio como los arándanos, las cerezas y los pepinos, según HealthMatch.

Café negro: Para quienes el café de la mañana sea necesario, esta es sin dudas una gran noticia, pues el café negro es seguro para los riñones, aunque se debe consumir con moderación.

Jugos: Estos deben ser naturales. Pueden ser de zanahoria, arándano o manzana, pero se deben descartar las opciones envasadas.

Las bebidas más dañinas para estos órganos son las siguientes:

Gaseosas: Estas bebidas llevan un importante cantidad de azúcar y gas, además de colorantes y otros elementos nocivos.

Bebidas carbonatadas y energizantes: Estas afectan directamente los riñones produciendo cálculos o insuficiencia renal de manera progresiva y silenciosa.

Bebidas lácteas: La gran cantidad de proteína que contienen es difícil de procesar para los riñones, por lo que se debe procurar evitar su consumo excesivo.

Alcohol: Todo tipo de bebidas alcohólicas provoca que los riñones comiencen a trabajar a marchas forzadas, procesando de forma distinta los líquidos necesarios para la hidratación del cuerpo y filtrando la mayoría de ellos en la vejiga.

Bebidas con cafeína: Una taza de café negro no hará daño, pero en exceso, esta y otras bebidas como el té, energizantes y refrescos pueden provocar cálculos renales y ejercer presión en los riñones.

Todo cambio en la alimentación debe ser paulatino, para una mejor adaptación y una respuesta favorable del cuerpo. Sin embargo, es recomendable consultar a un médico antes de implementar cualquier modificación a la dieta o al estilo de vida.

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