“Benja desde que nació es un desafío para nosotros”, expresa Toribio Ojeda, padre del primer niño a nivel país con hipoacusia profunda y síndrome de down que próximamente tendrá una intervención quirúrgica para la implantación coclear en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social.
Benjamín, de 4 años de edad, es el primer hijo del matrimonio Ojeda Fleitas, quien desde su nacimiento ha pasado por diferentes etapas de estimulación y rehabilitación de manera a potenciar su desarrollo y llevar una vida completamente normal como cualquier niño de su edad.
Con la pérdida auditiva ha ido acudiendo a rehabilitaciones como estimulación temprana, fonoaudiología, entre otras, hasta llegar a la posibilidad de un implante coclear que le permita escuchar y tener una mejor calidad de vida.
“Se presentó la posibilidad de un implante coclear que era algo como imposible para alguien común y corriente como nosotros, si bien no fue fácil, el Dr. Carlos Mena, otorrino del IPS, apostó por Benja y empezamos a gestionar y golpear puertas hasta que se dio la donación por parte de un ente estatal, al cual, estamos muy agradecimos y nos da la oportunidad de un mayor desafío para Benja, el cual, es fortalecer su independencia, ganamos con esto mayor rendimiento en cuanto a todas la rehabilitaciones que él está recibiendo y seguirá recibiendo”, señaló Toribio Ojeda.
Ruth, la mamá de Benja, recordó cuando el otorrino Mena les dijo “Benja tiene dos discapacidades y vamos a disminuirle una peleando por el implante, nos quedamos asombrados porque estos son los profesionales, con los cuales, nosotros tenemos que contar, nosotros los padres que tenemos hijos con discapacidad tenemos que encontrarnos con buenos profesionales, más humanos, el trato que nos dieron en el IPS es brillante no solo el Dr. Mena sino todo el plantel del Servicio de Otorrinolaringología”.
Agregó, “estamos muy agradecidos y esperanzados que se concrete todo el proyecto que se dará por primera vez en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social en las próximas semanas”.
Por su parte, el Dr. Edgar Rivarola, jefe del Servicio de Otorrinolaringología, afirmó que este procedimiento es demasiado importante en varios aspectos, para la institución, va a brindarle la oportunidad de que el niño pueda insertarse el día de mañana y de esa forma ser útiles a sí mismo y a la sociedad y con esto devolverle un poquito lo que nosotros invertimos en ellos. Así también, es la oportunidad de poder brindarle al país personas que con esta discapacidad puedan recibir la posibilidad de estar escuchando teniendo en cuenta que el IPS tiene más de 1.500.000 asegurados y del total aproximadamente el 5% tienen algún tipo de hipoacusia profunda y si se hace una proyección ese número va a ir aumentando cada vez más.
“Para nosotros desde el punto de vista laboral es muy importante subsanar ese defecto que si hacemos en números vamos a estar invirtiendo entre 30 mil a 50 mil dólares (solo el dispositivo coclear) y 60 mil dólares incluida la previa, cirugía y post cirugía por un paciente, ya que, si este paciente el día de mañana pasado los 17 años quiere continuar con el seguro social porque tiene una discapacidad auditiva al IPS le va a estar costando con un promedio de vida de 70 años cerca de 150 mil a 200 mil dólares. Entonces, para nosotros sí representa una inversión y, por supuesto, para el Servicio de Otorrino significa estar a la vanguardia de lo que hoy día se está realizando, quizás seamos en Sudamérica el único país que está muy retrasado en lo que respecta a los implantes cocleares”, declaró el especialista.
Para la intervención quirúrgica se contará con la presencia de un médico brasilero, Rogerio Hamerschimdt, quien brindará al plantel del IPS toda su técnica y experiencia atendiendo que en su país realiza por semana 5 implantes cocleares a pacientes con hipoacusia profunda.
En el Servicio de Otorrino se tiene en promedio 100 pacientes con hipoacusia profunda, de los cuales, 30 pacientes tienen conocimiento de la misma y de un método, por el cual, se les puede devolver la audición.
