El Parlamento portugués votará hoy un nuevo estado de emergencia, del 31 de enero al 14 de febrero, propuesto por el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, en el que se autoriza el cierre de las fronteras y la contratación de profesionales sanitarios extranjeros y jubilados.


El decreto de Presidencia, publicado en su página oficial, también prevé la enseñanza «online», después de que el pasado 22 de enero fuera suspendida hasta el 8 de febrero sin la posibilidad de que continuara a distancia.
La noche del miércoles, el primer ministro portugués, António Costa, reconoció durante una entrevista en la cadena lusa TVI que a partir del 8 de febrero se podría recuperar la enseñanza «online».

La situación del país es crítica, con los hospitales saturados, la mayoría de las unidades de cuidados intensivos por encima del 90 % y con un déficit muy importante de profesionales sanitarios.


Portavoces de algunos hospitales del país consultados por EFE reconocen que uno de los mayores problemas es la falta de médicos y enfermeros, ya que, a pesar de la gran ocupación de camas, éstas se pueden ir ampliado, pero para ello es necesario personal sanitario.


«Lo peor aún durará semanas», reconoce Costa en unos días donde las cifras de fallecidos diarias se acercan a los 300.


La posibilidad del traslado de pacientes a hospitales de otros países de Europa es otra de las opciones que estudia Portugal para aliviar la situación de sus hospitales.


El país, con algo más de 10 millones de habitantes, acumula desde marzo 11.305 fallecidos y 668.951 positivos, y la curva continúa disparada en esta tercera ola.