Gregorio Morales Macchi, fue internado en un sanatorio privado tras quedar detenido por su presunta participación en un homicidio que se produjo en el barrio San Pablo de Asunción.

Papo Morales y su pareja, Cynthia Burgos, fueron detenidos alrededor del mediodía del martes en el interior de un motel de Lambaré, por su presunta responsabilidad en el crimen de Robert Fabián Marín Caballero.

El principal sospechoso del homicidio fue trasladado, posteriormente, a un sanatorio privado por deshidratación, complicaciones de diabetes y alzhéimer, según informaron el abogado Luis Samaniego y el jefe del Departamento de Homicidios de la Policía, Sergio Insfrán.

El abogado de Papo Morales también dijo que su defendido es adicto a las drogas. El hombre debía declarar este miércoles ante el Ministerio Público.

La Fiscalía reiteró que el detenido deberá trasladarse hasta la Unidad Barrial n°1, salvo que algún cuadro médico lo impida, por lo que la diligencia está en duda.

El hecho de homicidio conmocionó en la noche del lunes al barrio San Pablo de Asunción. La víctima fue un joven de 23 años que se encontraba dentro de un vehículo estacionado frente a un local gastronómico.

Las imágenes de lo sucedido en el lugar quedaron registradas en los circuitos cerrados instalados en las inmediaciones.

En las grabaciones se puede observar cómo un hombre baja de una camioneta de color blanco, abre la puerta de un automóvil negro y efectúa los disparos de arma de fuego. Luego vuelve a su subir a su vehículo y se da la fuga junto a una mujer.

Papo Morales es oriundo de Guairá. Cuenta con frondosos antecedentes en el sistema de la Policía Nacional y además ya fue sometido a varios procesos con la Justicia. Actualmente, el hombre enfrenta procesos por estafa, coacción, violación a la ley de armas y tentativa de homicidio doloso.

Desde el 2004 es sindicado como el líder de una banda que se dedicaba a la estafa a través de la adulteración de cheques y la creación de cuentas bancarias a nombre de terceros.

En 2006 fue procesado por el robo frustrado de la bóveda de ABN Amro Bank. En este caso fue beneficiado con la suspensión condicional del procedimiento, previa donación de G. 80 millones.

Mientras que en uno de los últimos hechos en el que fue protagonista tiene que ver con la tortura a un peón, utilizando un arma de guerra. El hecho fue difundido a través de un video.

La víctima, Antonio Talavera, denunció lo ocurrido a principios de enero de 2019 y relató que la reprensión de Morales fue por haberlo delatado en su intención de vender ganado ajeno, en este caso, de su propia madre.

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