Polivalentes ahora ocupan todas las camas Covid en Hospital Nacional de Itauguá. De darse brote por no vacunados, pacientes graves deberán ser reubicados.

No vacunados desplazarían a pacientes polivalentes que saturan servicios hospitalarios, obligando a nuevas estrategias de atención fuera de los principales centros de referencia y requiriendo refuerzos de hospitales periféricos, advirtió la Dra. Patricia Sobarzo, jefa del servicio respiratorio modular del Hospital Nacional de Itauguá.

“Ahora 200 camas de Unidad de Terapia Intensiva del Nacional están ocupadas por polivalentes (pacientes comunes). El peligro de los no vacunados es que empiecen a ingresar y se tengan que reasignar lugares aislados”, explicó.

De desatarse otra ola, refiere, las personas no vacunadas con Covid pasarían a ser de vuelta los principales pacientes, ya están en la mira porque van a ser los que van a ocupar las camas hospitalarias, dijo.

“El hospital duplicó su capacidad de internación con el nuevo bloque modular, que está a mi cargo; si eso necesita ser ocupado por Covid se va a tener que redireccionar a los hospitales periféricos para que se hagan cargo de los pacientes polivalentes”, subrayó Sobarzo

La profesional añadió que la gran demanda de pacientes con patologías crónicas no tratadas colapsa en este momento el hospital de referencia del país. “No sé qué iba a pasar si no existían las 200 camas del modular, porque antes no existían, ahora explotó el sistema, y estamos llenos, con el Covid se tendrá que ver una estrategia”, sentenció.

Sobarzo compartió que lo que se espera con un mayor cumplimiento del esquema de vacunación y avance de primeras dosis es que pacientes Covid ocupen la atención primaria sin llegar a ocupar camas hospitalarias.

“La perspectiva del Ministerio de Salud es que no sean casos graves y que las salas de internación se van a ocupar nuevamente y no va a colapsar el sistema, gracias a los vacunados”, destacó. En ese sentido, señaló, “el impacto va a estar en el área de atención primaria en las áreas de consultorios que van a ser casos leves que requerirán solo atención del paciente y después tratamientos domiciliarios o ambulatorios”.

Para Sobarzo, el ascenso de los casos de Covid-19 de la mano de no vacunados no solo volvería a resentir el servicio de hospitales, sino que volvería a generar un quiebre como efecto en cadena en instituciones públicas y privadas.

“Una persona no vacunada es potencial transmisora y también portadora, y va a representar más contagios a su alrededor, no solo la posibilidad de tener un cuadro grave y ser internado. Puede infectar a los vacunados, que igual si no desarrollan casos graves también significarán aislamiento y con eso bajas laborales y también costos al sistema de salud y asistencia social, desglosó.

Mencionó que el Hospital Nacional de Itauguá se mantiene con la capacidad ganada durante la pandemia por el Sars-Cov-2, en cuanto a infraestructura, insumos y personal de blanco incorporado en el área respiratoria.

“El Nacional se preparó inicialmente con 18 camas, pasamos a 100 y finalmente llegamos a 200 camas con el bloque modular para pacientes respiratorios, con insumos e infraestructura suficientes. Médicos y enfermeras siguen en sus lugares de trabajo, hubo renuncia y traslados por voluntad propia, pero la asistencia social sigue igual”, relató.

PARTE DEL COSTO COVID

Cada paciente Covid-19 grave en UTI de los hospitales públicos se estima costó unos G. 300 millones con un promedio de 20 días de internación, a G. 15 millones diarios. En tanto, en el Ministerio de Salud con la implementación de la Ley de Gasto 0 y Fondo Nacional UTI, que establecieron G. 13.000.000 para cobertura en terapia por día y G. 5.000.000 diarios para sala común, alcanzó millonarias deudas con el sanatorios y hospitales privados.

Salud, por recomendación de Hacienda, logró redireccionar recientemente unos 40 millones de dólares del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) para honrar la deuda, que solo con 18 sanatorios aglomerados en la Asociación de Hospitales y Sanatorios Privados ascendió a 43 millones de dólares, mientras que de ese sector se manejan expedientes de más de 30 centros asistenciales que prestaron servicios y contarían con expedientes pendientes de pagos que significarían más de 5 millones de dólares, y otras atenciones generadas por más ingresos.

Para la atención el sector privado, también realizó un crecimiento de 800 camas, unas 263 en UTI y 667 en internación común.

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