La Itaipu Binacional celebra el nacimiento de cinco ejemplares del guacamayo azul y amarillo (Ara ararauna), en su Centro Ambiental Tekotopa, ubicado en la ciudad de Hernandarias, departamento de Alto Paraná.

Dos de estos pichones, provenientes de una pareja, vieron la luz en diciembre y recientemente han abandonado el nido. Los otros tres pichones, nacidos en marzo, aún permanecen dentro del nido y se espera que salgan en los próximos días.

Los animales forman parte del plan de reproducción e investigación del Centro de Investigación de Animales Silvestres (Ciasi), en el cual todo el plantel involucrado con el cuidado animal invierte sus esfuerzos para garantizar la reproducción «ex situ» de los ejemplares.

La reproducción se enmarca como actividades del Proyecto Canindeyú y tiene como objetivo que los guacamayos desarrollen sus instintos y habilidades reproductivas de manera natural. Los padres son responsables de cuidar sus huevos y posteriormente a sus pichones, sin intervención humana en este proceso.

Esta dinámica es fundamental para el desarrollo de futuros “buenos padres”, ya que los jóvenes guacamayos aprenden estas habilidades de crianza de sus progenitores, lo que asegura que este comportamiento se transmita en la vida libre y se perpetúe en las siguientes generaciones.

El personal del centro realiza controles semanales a través de cámaras para garantizar el bienestar de las crías e interviene solo si es necesario. Además, se encargan de asegurar que los padres reciban una dieta adecuada para el óptimo desarrollo de sus crías, fomentando así un entorno propicio para la reproducción exitosa de estas aves.

El año pasado fueron tres parejas las que se reprodujeron; sin embargo, en esta ocasión, una de ellas decidió descansar y no procrear. Este patrón de reproducción es común, ya que algunas parejas se reproducen todos los años, mientras que otras lo hacen cada dos años, dependiendo de sus características individuales.

El proceso de reproducción de los guacamayos en el Centro Ambiental Tekotopa sigue un ritmo natural, aunque se les estimula desde el inicio de la temporada mediante una dieta especializada y la colocación de nuevas cajas nido.

Estas acciones forman parte del Proyecto Canindeyú, que tiene como objetivo aumentar la población de guacamayos para futuras liberaciones en el decimocuarto departamento del país.

Desde el comienzo de la iniciativa (año 2018, con nueve individuos), la población ha crecido hasta alcanzar 45 ejemplares en el 2024, lo que se traduce en un paso significativo hacia la meta de liberar 50 animales en los próximos cinco años. De esta manera, Itaipu contribuye a la formación de una población viable de guacamayos en la región.

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