El hecho de estar recluidas en la misma penitenciaría que los hombres y ser menor en números de población, hace que las mujeres se vuelvan invisibles para los programas sociales, a lo que se suma la violación de varios derechos en el penal de Coronel Oviedo.
Según la legislación que rige nuestro sistema jurídico, la pena carcelaria tiene el objetivo de reinsertar a la sociedad a las personas que cometieron hechos punibles, lo que en la realidad no se aplica, debido a las condiciones de los penales. En esta nota te contamos la situación de las mujeres que están recluidas.-
Del total de 1.529 internos dentro del penal de Coronel Oviedo, sólo 62 son mujeres quienes son albergadas en un estrecho pabellón, en la que se vuelven prácticamente invisibles para las autoridades y organismos no gubernamentales quienes se enfocan a través de programas sociales para la reinserción social sólo para los hombres quienes son mayoría.
Los datos se desprenden de un informe elaborado por representantes del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT), quienes expusieron la realidad en la que viven las mujeres, durante la sesión ordinaria de la Junta Municipal en la noche de ayer.
Las mujeres, dentro del penal se encuentran bajo un mismo administrador- de sexo masculino- (Blas Martínez, encargado de despacho) quien debe lidiar en materia de salud, cuidado y situaciones que guardan relación con la intimidad femenina, debiendo ser lo correcto que permanezcan bajo el cuidado del mismo género.
Existen necesidades básicas de las mujeres, a las que les cuesta acceder, incluso a las consultas médicas básicas y otras como ginecología o estudios de PAP. Insumos como toallas higiénicas, capsulas para infecciones entre otros.
El sector de reclusión es reducido, cada celda está preparada para albergar a unas cuatro internas, pero en la actualidad permanecen dentro hasta incluso seis y siete personas y en otros casos con menores. Acceder al espacio de esparcimiento (patio) dependen del horario de los varones.
Del total, solo unas cuatro internas acuden a la institución educativa donde además, deben cruzar todos los pabellones de varones para llegar, no previendo un sector destino exclusivamente para ellas.
Dando a conocer estos informes, lo que buscan es crear acuerdos con instituciones como la comuna, organizaciones no gubernamentales y otros que permitan cambiar esta realidad. Con esto, damos inicio a una serie de publicaciones de la realidad en que viven las mujeres en el penal de Coronel Oviedo.
MENORES QUE ESTÁN PRESOS CON SUS PROGENITORAS
Unos siete niños conviven con sus madres dentro de la cárcel, de acuerdo a una verificación realizada a finales del año pasado, los mismos no reciben atenciones médicas tampoco cuentan con una guardería. Los únicos medicamentos que reciben en caso de enfermedad son; paracetamol y simeticona. Para la alimentación se limita en carne, fideo y arroz, sin verduras.
Desde la dificultad de acceder a los pañales, a una simple consulta médica de rutina son limitados para los niños que conviven con sus madres dentro del penal, unos siete niños, el mayor de 3 años de vida y el menor de todos con sólo meses de nacidos son sometidos a una serie de precariedades, olvidados por las autoridades.
Durante una verificación realizada por el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), en setiembre del año pasado, se pudo corroborar las condiciones en que viven las madres con sus hijos, que si bien conviven en un salón separado de las demás reclusas no cuentan con las comodidades mínimas para los menores como lo establece el Código de Ejecución Penal en su artículo 216: “La interna podrá retener consigo a sus hijos o hijas menores de cuatro años. Cuando se encuentre justificado, se organizará un jardín maternal a cargo de personal calificado”. Situación que no se da en Coronel Oviedo.
Dentro del penal, no cuentan con profesionales que puedan ayudar en la formación de los menores, tampoco con profesionales del área salud, incluso las madres no encuentran una respuesta rápida a la hora de trasladar a sus hijos hasta un hospital público por cuadros graves,en caso de acceder las mismas no los pueden acompañar.
Los medicamentos que reciben, se limitan en paracetamol y simeticona, en el caso de pañales, los funcionarios del MNP constataron que en uno de los depósitos se encontraba una gran cantidad de pañales, que no son entregados a las madres, quienes deben prácticamente suplicar para utilizar.
Otro de los aspectos preocupante, es lo relacionado a la alimentación de los niños y niñas, las madres reciben a diario una pequeña porción de carne, arroz y fideo sin verduras para la alimentación de los mayores de seis meses, en el caso de los recién nacidos no se cuenta con leche maternizada en caso de necesidad, tampoco cuenta con la provisión de frutas.
Una serie de violación de derechos padecen las mujeres en la penitenciaria regional de Coronel Oviedo,en la que urge una atención por parte de las autoridades.
NO SE CUMPLEN CON PROGRAMAS DE REINSERCIÓN