Hace tres años el Banco Nacional de Fomento (BNF) reportó a la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad) que dos empresas del brasileño Darío Messer habían movido casi 10 millones de dólares en un solo día. Sin embargo, el ente de control que depende directamente del presidente Horacio Cartes ignoró la sospecha y demoró tres años para denunciar a la Fiscalía. Actualmente el Ministerio Público investiga a Messer por unos 50 millones de dólares en lavado de dinero, cifra preliminar, según los investigadores.

Un lunes 30 de noviembre del 2015 fue la primera vez que la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad) recibió un reporte del Banco Nacional de Fomento (BNF) sobre Darío Messer y su empresa CHAI SA. La entidad financiera reportó que CHAI SA era cliente de la sucursal de CDE del ente bancario y que operaba cuentas corrientes en dólares y en guaraníes desde el 18 de agosto del 2011 bajo el rótulo de actividades GANADERAS.

El reporte aseguraba que el banco había hecho visitas comprobatorias al cliente y que las operaciones que llevaba realizando se encuadraban en sus actividades y en su límite operativo autorizado. Sin embargo, una operación les llamó la atención.

Se habían transferido unos 4.900.000 dólares (casi 29.000 millones de guaraníes al cambio actual) desde CHAI SA, vía Itaú, hasta una cuenta de la entidad de valores PUENTE CASA DE BOLSA SA. Esta operación llamó la atención del Comité de Cumplimiento que consideró la operación como inusual “en vista de la no correspondencia con la actividad declarada y realizada normalmente por el cliente desde la habilitación de su cuenta hasta ahora (agroganadera) y por lo mismo ha resuelto que es pertinente el correspondiente REPORTE a la SEPRELAD en carácter de REPORTE DE OPERACIÓN SOSPECHOSA (ROS), sin perjuicio de permitir que prospere la citada operación en aras de establecer los rastros a efectos del monitoreo y seguimiento correspondientes a futuro”.

El reporte de la operación que hizo el BNF fue demasiado contundente pero también fue demasiado ignorado por la Seprelad. Boidanich realizó su denuncia a la Fiscalía recién el pasado 17 de abril, tres años después, el mismo día que nuestro diario destapaba el detalle de las 19 cuentas bancarias de Messer en Suiza.

Segunda operación sospechosa

Ese mismo lunes 30 de noviembre del 2015 el BNF tuvo que hacer un segundo reporte de Operación Sospechosa. En el mismo se informó que la empresa MATRIX REALTY SA, originalmente bajo el nombre de MATRIX PLUS, también era cliente del Banco Nacional de Fomento sucursal Ciudad del Este. Que operaba cuentas corrientes en guaraníes y en dólares desde junio del 2013.

A diferencia de CHAI SA que se declaraba como agroganadera, MATRIX REALTY SA se declaraba como COMERCIO al por mayor de productos diversos (importador, exportador mayorista); decían dedicarse a actividades agropecuarias, industriales, transportes, inmobiliarias, con dirección en el edificio Paraquaria de Hernandarias. Esta empresa tiene un capital social de 25.000 millones de guaraníes, cinco veces más grande que la primera empresa que Messer abrió en Paraguay.

El BNF informó que habían visitado sus instalaciones y sus fincas pero que habían notado una operación sospechosa. Habían hecho una operación de transferencia bancaria de USS 4.900.000 (casi 29.000 millones de guaraníes al cambio actual) desde su cuenta del BNF vía Banco Itaú para compra de valores e instrumentos financieros en general en PUENTE CASA DE BOLSA SA. O sea, el mismo destino que la operación anterior.

Dejaron nuevamente consignado que emitían el Reporte de Operación Sospechosa (ROS) “sin perjuicio de permitir que prospere la citada operación en aras de establecer los rastros a efectos del monitoreo y seguimiento correspondientes a futuro”.

Dinero vino de Europa

El dinero de Messer que se descargó sobre Paraguay provino del Citibank de Luxemburgo y empezó a ingresar al país oficialmente desde el 2011, año en el cual creó su primera empresa CHAI SA, con un capital de 5.000 millones de guaraníes. En sus inicios aparece el mismo Darío como director titular junto a Federico Maisonnave Aishemberg como director suplente; para el BNF, esta empresa era agroganadera. Desde el 2015 el fiscalizador de esta sociedad fue Juan Pablo Jiménez Viveros Cartes, primo del Presidente de la República.

De acuerdo a lo explicado anteriormente por la Fiscalía a nuestro diario, solamente en el Banco Nacional de Fomento fueron a parar unos 41.825.00 dólares en un lapso de cuatro años. También se destinaron unos 200.000 dólares al Banco Continental y compra de valores por 300.000 dólares. También el Banco Basa (ex Amambay) que pertenece al grupo Cartes recibió US$ 184.000 para comercialización de bonos del Tesoro. Darío Messer también habría adquirido bonos del tesoro del Banco Itaú por valor de US$ 55.000.

Cambios Yrendagué y su propietario Lucas Mereles Paredes –que figuran en la denuncia fiscal brasileña de la Fuerza de Tarea Lava Jato– también habrían hecho canje y arbitraje por valor de 220.000 dólares.

Los brasileños aseguran que Messer operó todo este tiempo desde Paraguay, que lavó unos 100 millones de dólares pertenecientes al exgobernador de Río de Janeiro Sergio Cabral. Para ellos Darío Messer es el “doleiro de todos los doleiros” que se quedó con ganancias del 60% del lavado de dinero y fue delatado por sus colaboradores que relataron el mecanismo.

Estos colaboradores entregaron pruebas de sus dichos y denunciaron también que en una oportunidad Messer llegó a dar una línea de crédito de USS 8 millones a Odebrecht para que siguiera funcionando el flujo con los doleiros. Era año 2011, y en el 2012 había elecciones en el Brasil.

Ese mismo 2011 Messer abrió su primera empresa en Paraguay.

La Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad), a cargo de Óscar Boidanich, recibió la alarma del Banco Nacional de Fomento (BNF) del gran movimiento de dinero que hizo en un solo día el brasileño Darío Messer, pero incumplió su misión al no realizar la denuncia.

Seprelad depende directamente de la Presidencia de la República y se desconoce si Boidanich le hizo saber al jefe de Estado Horacio Cartes el reporte del BNF. De ser así, el Presidente estaba enterado de la operación de Messer y le pidió a Seprelad que no denunciara. O Boidanich ignoró.

El Banco Basa (ex Amambay), que pertenece al presidente Cartes, recibió US$ 184.000 de una firma de Messer para comercialización de bonos del Tesoro. Y desde el 2015 el fiscalizador de la primera empresa del brasileño, Chai SA, es Juan Pablo Jiménez, sobrino del Jefe de Estado.

Fuente ABC color