Pálida, Miguela escuchaba atenta el descargo del juez Jorge Daniel Giménez.
La madrina de una pequeña a quien le robaron la inocencia por dos años seguidos, cuando apenas tenía siete, no podía creer lo que oía.
Le costaba asumir que el monstruo que mató la niñez de su sobrina era condenado a apenas dos años y que ni siquiera iría a prisión.
El acusado, un chofer de micro de Paraguarí, sin culpa ni pena, volvió a su casa. La sentencia se dio a conocer el pasado viernes mediante un espantoso descargo previo que dejó a todo el país indignado.
Y no era para menos, las expresiones del presidente del Tribunal parecían sacadas de un libro de terror.
Giménez y sus colegas Hugo Ríos y Gerardo Ruiz Díaz creyeron que era suficiente la sentencia para un hombre que “solo” obligaba a practicarle sexo oral a su hijastra, pues según ellos no existió violación, debido a que el himen de la niña estaba intacto, por lo que no hubo coito y, por ende, la pena se redujo considerablemente.
Al respecto, la fiscala del caso explicó que los abusos se dieron por la vía anal y que la interpretación de los jueces no fue la correcta.
Ella explicó que, según el forense, “no se pudo determinar si en el momento de la denuncia había rastros de penetración reciente”.
Los términos utilizados por Giménez Samaniego para explicar el porqué de la sentencia hicieron arder las redes, pues empleó palabras irreproducibles. Miles de internautas exigieron justicia para la pobre criaturita.
Los ruegos no tardaron en tocar la puerta del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), su titular Enrique Baccheta solicitó una copia del expediente.
El Tribunal acusó a la Fiscalía de hacer un trabajo “displicente”, lo que derivó en la baja condena para el acusado.
Para ellos, “felizmente” no se comprobó el abuso y entre puros elogios aconsejaron al autor portarse bien y ni siquiera hacer pipí frente a niñas. Mucho menos, acercarse a la víctima.
Juez dijo que mataría a psicóloga
Casi al final del descargo del presidente del Tribunal, uno de sus colegas interrumpió a Giménez para resaltar que el fallo era culpa casi exclusiva de la psicóloga forense.
Agregó incluso que estaría dispuesto a matarla si es que le tocara a algún familiar hacer Cámara Gesell con ella. “Si la hija de cualquiera de nosotros tuviese un problema de esta naturaleza y le llevasen a esta psicóloga, yo mismo voy a entrar a apuñalarle a esta psicóloga”, señaló.
6 años máximo
La fiscala dijo que el acusado fue procesado con la vieja ley, pues el hecho ocurrió antes de la modificación de la misma. Por este motivo, la máxima pena es de seis años, que fue lo que pidió la Fiscalía durante sus alegatos finales. Ella adelantó que apelará el fallo, según informó el periódico Extra.
Las fraces
“Apostamos en vos. Por eso te damos esta oportunidad. Vas a ser sancionado con dos años, pero no te vas a ir a la cárcel”.
“Antes los señores les tocaban a las niñas sin problemas, les hacían kuä león y las abuelas saben eso”.
“Vos sos un tipo preparado, hablás bien, tenés tu profesión, mitã’i porã, ejereja la vyrorei”.
“Puede ser que haya ocurrido, pero somos jueces de Derecho y juzgamos de acuerdo a las pruebas”.