Un cortocircuito generado en una casilla ubicada sobre la avenida Pettirossi, en pleno Mercado 4, dio inicio a un incendio esta madrugada. La rápida acción de los bomberos voluntarios evitó que las llamas se propaguen y consuman más locales.
El cortocircuito se habría producido en una casilla ubicada en la vereda de la avenida Pettirossi, a unos 70 metros de la avenida Perú y pocos metros de la calle Battilana. La falla eléctrica dio inicio a un incendio que se extendió al local de la “Ropería Dani” y a otra casilla de metal, para luego alcanzar un enorme tinglado ubicado detrás de la ropería.
Vecinos de edificios lindantes vivieron momentos de terror al ver cómo las llamas se extendían y amenazaban con llegar a una chipería y a otros edificaciones más pequeñas. Algunos de los lugareños, en un intento casi ilógico desde una terraza ubicada en un 4º piso, comenzaron a lanzar chorros de agua con mangueras, con la esperanza de combatir las llamas que derretían la estructura del tinglado.
Gracias al trabajo de los bomberos, éstas fueron controladas antes de que lleguen a más edificaciones. Gracias a un trabajo coordinado, los voluntarios provenientes de distintas unidades lograron contener el fuego luego de más de dos horas de ardua lucha.
El siniestro se inició poco antes de las 3:00 y nuevamente evidenció la falta total de elementos que provean agua, debido a que la mayoría de los grifos de expendio del líquido no están en funcionamiento.
Las llamas destruyeron por completo la ropería y el tinglado de 70 metros de largo y unos 20 de ancho, que tiempo atrás perteneció al local de la zapatería Florida, según indicaron vecinos del lugar.
Las primeras estimaciones indican que las pérdidas materiales son millonarias y los negocios siniestrados no contarían con seguro de ningún tipo.
La ropería es propiedad de ciudadanos coreanos, quienes llegaron al sitio durante el incendio y contemplaron con impotencia, inclusive llorando, cómo sus negocios se convertían en cenizas. Se presume que el tinglado también sería de los orientales, en tanto que las dos casillas de metal pertenecen a ciudadanos paraguayos.
EFECTO EN CADENA
De acuerdo a los datos preliminares, el fuego se inició en una casilla de metal dedicada a la venta de artículos electrónicos menores. Las lenguas de fuego ganaron el techo del local, llegaron a los cables ubicados en las columnas y allí se produjo otro cortocircuito que afectó la ropería, para luego pasar al segundo piso, encima del local comercial.
Los materiales altamente inflamables que se encontraban almacenados en la ropería ardieron en cuestión de minutos y luego el fuego se trasladó hasta el tinglado ubicado detrás, donde, según vecinos, se confeccionan prendas de vestir.
Otro factor que ayudó a la rápida combustión fue el fuerte viento que comenzó a cruzar repentinamente la zona, convirtiendo en un verdadero horno los locales y el enorme tinglado.
NUMEROSAS QUEJAS
Jorge Federico León, presidente de uno de los grupos de permisionarios del mercado, indicó que en cada reunión que tienen con autoridades municipales y comerciantes suele señalar la imperiosa necesidad de que las bocas hidrantes sean reparadas y que se coloquen en mayor cantidad.
El hombre tiene su negocio a solo unos metros de donde se produjo el incendio y calificó de un verdadero milagro que el fuego no se haya propagado a los otros locales. «Esto pudo haber sido más grande y pudo haber perjudicado a muchas más personas», dijo.
Por su parte, otro comerciante, quien prefirió el anonimato, indicó que las conexiones clandestinas minan la zona. Agregó que sobre la calle Battilana se puede observar a simple vista cómo los aires acondicionados son alimentados por las conexiones “mau”.
“Aquí es mejor no hablar, ni dar la cara, cuando se denuncian hechos como estos”, dijo el hombre.