La mujer de 36 años padecía síndrome de enclaustramiento. Su cuerpo estaba fundido con el cuero del asiento, lleno de úlceras y gusanos.

La dejaron “pudrir” en un sofá durante 12 años. Su muerte fue atroz. La Policía encontró su cuerpo demacrado y “fundido” con el cuero del asiento por sus propias heces.

Así fue el dramático final de Lacey Fletcher, una joven mujer de 36 años que padecía síndrome de enclaustramiento y falleció en su propia casa familiar, en Slaughter, Louisiana, Estados Unidos.

La casa del horror

El pasado 3 de enero, Sheila Fletcher (64) llamó a la Policía para pedir que se acercaran a su casa porque su hija había dejado de respirar.

Pero cuando los agentes llegaron, lo que vieron superó todo nivel de horror conocido y tolerable.

Los investigadores declararon que el cadáver de Lacey estaba semidesnudo y sentado en posición vertical en una grieta hundida en el sofá cuando fue descubierto por el oficial que se acercó a la vivienda.

Pesaba sólo 43 kilos, dio positivo de Covid-19 y su cuerpo estaba lleno de orina, heces líquidas, gusanos, picaduras de insectos y úlceras graves, describe The Mirror.

De acuerdo a los reportes del caso, la joven sufría síndrome de enclaustramiento, una forma de parálisis severa que impide que la persona pueda moverse, pero que mantiene su conciencia.

La muerte de la joven fue declarada como homicidio por el médico forense del condado de East Feliciana, el doctor Ewell Dewitt Bickham III. El experto, además, no tuvo reparos en describir la escena como “repugnante”.

He visto algunas cosas horribles en mi vida, pero nada como esto. Los padres estaban en la cocina. No tenían una explicación. No pude comer durante una semana y lloré también durante una semana”, describió el médico.

Y en este sentido, agregó que la evidencia sugería que Lacey había estado en el sofá durante, como mínimo, 12 años.

Los asesinos menos pensados

Los padres de la joven, Sheila and Clay Fletcher, fueron acusados de asesinato en segundo grado en el marco de un impactante caso de “negligencia médica aguda”.

Esto ocurrió luego de que el fiscal de distrito, Sam D’Aquilla, argumentara que tenían la intención de matarla, destacó el medio.

A la hora de declarar sobre el rol ambos, Bickham afirmó: “Abrí la puerta, entré a la casa, había hedor, olor, heces, material fecal, orina, había que contener la respiración”,

El padre estaba completamente sin emociones, la cabeza de la madre estaba recostada, entre sus piernas, estaba llorando un poco”, agregó.

Steven Moore, el abogado del matrimonio, sostuvo en declaraciones públicas que la pareja no quiere “revivir el dolor de perder a un hijo a través de los medios”. Y sumó: “Han pasado por muchos dolores de cabeza a lo largo de los años. Cualquiera que haya perdido a un hijo sabe lo que es”.

Lo que sí relató el matrimonio en su defensa, es que Lacey hacía sus necesidades en el sofá o en una toalla que se colocaba cerca y que Sheila limpiaba regularmente las llagas de su hija. 

El fiscal D’Aquilla destacó que los Fletcher afirmaron en 2011 o 2012 que Lacey no estaba dispuesta a salir de casa y que ella aparentemente nunca se quejó de eso.

No tratamos así ni a los animales, ni siquiera los descuidamos de esa manera. Si tenemos una mascota en ese estado, la llevamos al veterinario. Si no se es capaz de proporcionarle la atención necesaria, hay que buscar ayuda. Si uno es el cuidador de alguien, debe prestar atención”.

Además, hizo una convocatoria a todos en general. “Es importante que los vecinos y la comunidad se cuiden unos a otros. Esperamos que esto nunca vuelva a suceder”.

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