Existe vacuna, además de, tratamiento efectivo para la hepatitis B y más del 95% de las personas con hepatitis C que requieren tratamiento pueden curarse. El diagnóstico oportuno de la hepatitis B o C permite el tratamiento temprano y puede prevenir daños al hígado como la cirrosis y el cáncer.
Desde 2011, cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial de la Hepatitis, fecha indicada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) para crear conciencia e instar a acciones para prevenir y controlar la hepatitis viral.
Una encuesta recientemente realizada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) indica que la pandemia de COVID-19 ha afectado el diagnóstico y tratamiento de las infecciones virales por hepatitis B y C en América Latina y el Caribe, lo que ha frenado el avance hacia la meta de eliminar estas enfermedades infecciosas para 2030.
Según los datos más recientes de la OMS:
• Cada año hay 10.000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis B, y 23.000 muertes.
• En toda la Región de las Américas se producen cada año 67.000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis C, y 84.000 muertes.
• Solo en 18% de las personas con hepatitis B la infección llega a diagnosticarse; de ellas, apenas 3% reciben tratamiento.
• Solo en 22% de las personas con hepatitis C crónica la infección llega a diagnosticarse; de ellas, solo 18% reciben tratamiento.
En nuestro país, las pruebas contra la Hepatitis se realizan en la sede del PRONASIDA (Avda. Venezuela casi Concordia, Asunción) y en los servicios de atención integral al VIH y otras ITS de las regiones sanitarias. Está orientada a embarazadas, población privada de libertad y a hombres que tienen sexo con hombres (HSH), población trans y trabajadores sexuales femeninas (MTS).
Plan Nacional
El Programa Nacional de Control de VIH/Sida-ITS cuenta con un protocolo de manejo e intervención en hepatitis B y C, acompañando en su implementación al Plan Integral de abordaje intervención del VIH en Paraguay.
Paraguay dispone de un Plan Estratégico Nacional para la prevención y el control de las hepatitis virales 2018 – 2022, con énfasis en las hepatitis B y C, aborda los temas transversales de manera integral y orienta la respuesta del sector de la salud con un enfoque interprogramático articulado con todos los sectores, a fin de establecer una respuesta de salud pública eficaz e integral.
La lucha contra las hepatitis virales se enmarca dentro de la Política Nacional de Salud 2015 – 2030 cuyo objetivo es “avanzar hacia el acceso universal a la salud y lograr la cobertura universal de salud al mayor nivel para reducir las inequidades en salud y mejorar la calidad de vida de la población en el marco de un desarrollo humano sostenible”.
Actualmente, la aplicación de la vacuna para hepatitis B se inicia en el recién nacido dentro de las 24 horas de vida, luego a los 2,4 y 6 meses formando parte de la pentavalente. La vacuna se introdujo al país en el año 2003 a la edad de 2, 4 y 6 meses y en el año 2017 la dosis al nacer. En el 2011, la cobertura fue de 76%; 2012 (74,4%), 2013 (72,6%), aumentando en el 2014 (73,6%). Para el 2015 y 2016 la cobertura nacional alcanzó un 80% para las 3 dosis administradas en lactantes al cumplir 6 meses de vida.