Tres nuevos secuestrados es lo que dejó el 2017. El Gobierno no da señal alguna de querer terminar con los criminales del EPP. La FTC recibirá más dinero que nunca en 2018 en lo que parece un derroche monumental de plata. Cinco familias siguen sufriendo.

Cuando el EPP liberó al colono menonita Franz Wiebe el 25 de febrero de este año se abrió una luz de esperanza para las familias que tenían a sus parientes cautivos en manos del EPP. Antes de dejar libre a Wiebe, los criminales humillaron a su familia haciéndoles donar alimentos a diferentes comunidades del norte para hacer creer que los delincuentes son benevolentes con los pobres, aunque los pobres fueron los más afectados por el EPP.

No pasó ni un solo mes para que vuelvan a secuestrar. El 17 de marzo fue llevado Gerardo Wall Rempel, entonces con 40 años, un menonita de origen mexicano. El hombre fue secuestrado en las proximidades del asentamiento López Salinas, localizado cerca de Río Verde (Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro) y a unos 10 kilómetros del destacamento militar “San Miguel del Norte”.

Wall fue liberado el día siguiente, después de más de 10 horas de haber estado secuestrado. Al principio se manejó la información que el EPP no obró en este caso, aunque con el tiempo se conoció que fue una “prueba” para que campesinos de la zona puedan formar parte del grupo criminal. Wall quedó con graves secuelas psicológicas tras el hecho.

El 21 de agosto fue secuestrado Franz Hiebert, de 32 años, en la estancia San Eduardo en Tacuatí, San Pedro. El verdadero objetivo era su tío, Peter Harder. Esta zona es llamada “roja” por las propias autoridades que descuidaron el sitio.

Bernhard Blatz, de 22 años, fue secuestrado pocos días después, el 1 de setiembre, cuando conducía un tractor. Su papá, Peter Blatz, salvó su vida de milagro, ya que una bala pasó a centímetros de su cabeza y perforó su kepis. Esto ocurrió en un camino interno de la estancia Lucipar, a cinco kilómetros del casco central de la hacienda Toroveve, del ganadero Pedro Galli, y donde había sido liberado el 25 de febrero Franz Wiebe Boschman. La zona corresponde a la colonia Río Verde, distrito de Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro.

Hiebert y Blatz siguen en manos del EPP. Se suman a Edelio Morínigo, secuestrado el 5 de julio de 2014; Abraham Fehr, el 8 de agosto de 2015, y Félix Urbieta, el 12 de octubre de 2016.

MÁS PLATA QUE NUNCA

La lucha contra el EPP es un negociado generoso desde la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC). Se desconoce cuánto fue el presupuesto ejecutado de 2017, ya que entró en vigencia el del año pasado (G. 41.000 millones), y hubo un pedido de ampliación por G. 6.000 millones en octubre. Se estima, entonces, que unos G. 47.000 millones fueron a las arcas de este grupo militar-policial, aunque también se usaron recursos del Ministerio del Interior.

La FTC tendrá más dinero que nunca en 2018. El presupuesto aprobado para ellos es de G. 79.976.336.650, poco más de US$ 13.000.000 al tipo de cambio actual. Hasta el año que viene, la suma total de plata gastada en la lucha contra el EPP será un estimado de G. 218.210 millones (unos US$ 38.000.000).

Con todo este dineral gastado en armamentos, entrenamientos y recursos uno pensaría que algún referente del EPP habría sido detenido o abatido. Nada más lejos. Todos los que han caído son de mandos medios y bajos y la gente sigue en zozobra en la zona.

Fuente ABC color.