La vacunación contra COVID-19 no impide que adquieras el virus, pero sí previene que contraigas las formas graves de la enfermedad. Por eso, es fundamental mantener las medidas de protección y prevención, incluso después de la vacunación.

La vacuna reduce las posibilidades de internación y de mortalidad causada por COVID-19. Estar vacunado contra la enfermedad no impide que llegues a contagiarte con el virus, o si ya padeciste la infección, no evita la posibilidad de una reinfección por COVID-19, sin embargo, sí previene que contraigas las formas graves de la enfermedad.

Al respecto, el Dr. Guillermo Sequera, director general de Vigilancia de la Salud mencionó que, si bien hay que vacunarse y exigir las vacunas, el cumplimiento de las medidas de protección y prevención ante COVID-19 sigue vigente, por lo que es muy importante no dejar de lado estas acciones que ayudan a mitigar el impacto de la enfermedad.

Al cabo de 15 días de recibir la segunda dosis de la vacuna, se adquiere inmunidad (anticuerpos) que defenderá al organismo de la enfermedad pandémica.

Las medidas de protección y prevención deben continuar, incluso después de la vacunación.

Es clave seguir usando correctamente el tapaboca, que cubra desde la nariz hasta el mentón, mantener la distancia física recomendada de dos metros con otras personas, en todo momento; abrir ventanas y puertas, de ser posible, para mantener los ambientes ventilados, y conservar la higiene de las manos con el lavado correcto y frecuente con agua y jabón.

Es importante recordar:

Si tuvo COVID-19, podrá aplicarse la vacuna un mes después de la infección.

Si se aplicó alguna vacuna recientemente, deberá esperar 14 días para recibir la vacuna anticovid.

Es recomendable que postergue la vacunación si está con fiebre y/o presenta síntomas de enfermedad respiratoria.