«Volver a clases fue lo más lindo que me pasó», dijo.
A pesar de las dificultades y las pocas horas de sueño, Isabel Fleitas Diaz (54) no se rindió y está a un paso de cumplir su sueño de recibirse de enfermera.
Isabel, conocida también como ña Kuka, trabaja como empleada doméstica hace más de 36 años y, con mucho esfuerzo, ahora está haciendo su tesis para ser licenciada. Es oriunda del Barrio San Luis, de Capiatá
La mujer contó a EXTRA que todos los días se levanta a las 4 de la madrugada para viajar a Asunción y presentarse a su laburo. A la noche va a la facultad y vuelve a su casa cerca de las 23:00.
“Para mí volver a las clases fue lo más lindo que me pasó”, dijo ña Kuka.
Su familia
La doña tiene 3 hijos (todos mayores de edad), 3 nietos, y está separada. Contó que tras su divorcio se sintió liberada y por fin pudo concretar su anhelo de seguir estudiando.
Viene de una familia muy humilde, con 7 hermanos, por lo que sus padres pudieron mandarle a la escuela solo hasta el sexto grado.
Isabel relató que, a los 9 años, empezó a entrar en la escuela y terminó el sexto grado a los 15.
“Ko’apeve nde ikatuta chememby. Ehechama voi ñande mboriahuha (hasta acá nomás vamos a llegar mi hija. Ya ves que somos pobres)”, le había dicho su mamá y eso la marcó.
Desde los 18 años empezó como empleada doméstica, luego se casó, pero nunca dejó de trabajar. Contó que un día, después de separarse, una vecina con quien solía tomar tereré le dijo: “vamos a estudiar, ña Kuka” y ahí cambió su vida. Se iban los sábados al colegio para adultos. En el 2019, entró a estudiar a la Universidad del Sol (Unades), en Asunción.
“Tengo unos patrones maravillosos que permitieron estudiar”, explicó. Le gustaría trabajar como enfermera de la USF que está cerca de su casa.
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