Desde el viernes, se pueden consultar en su web más de 100 términos bajo análisis. “Elle” es la mayor novedad, tras las polémicas por el lenguaje inclusivo.
El idioma lo hacen los hablantes, los usuarios, aunque no todas las transformaciones en los modos de decir perduran como para convertirse en regla. Pero el debate sobre qué es correcto y qué no -y quién decide- siempre está. Y, ¿cuántas veces en los últimos años se tachó a la Real Academia Española (RAE) de machista y resistente a los cambios? Tal vez como una salida a algunos cuestionamientos, ahora la propia RAE abre el juego -en su web- para que los hispanohablantes puedan ver las palabras que sus lingüistas tienen bajo estudio. Esos términos que, más adelante, podrían entrar al diccionario.
Entre las novedades, el pronombre «elle», que «es un recurso creado y promovido en determinados ámbitos para aludir a quienes puedan no sentirse identificados con ninguno [de] los dos géneros tradicionalmente existentes. Su uso no está generalizado ni asentado», señala la RAE. Lo hace en el Observatorio de palabras, una nueva sección de su página web, que fue relanzada el viernes.
El encabezado de esa sección online -donde se presentan más de 100 términos cuya circulación se reconoce-, aclara: «El ‘Observatorio de palabras’ ofrece información sobre palabras (o acepciones de palabras) y expresiones que por el momento no aparecen en el diccionario, pero que han generado dudas: neologismos recientes, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, etc. Esta información es provisional, pues no está contemplada aún en las obras académicas, por lo que puede verse modificada en el futuro. La presencia de un término en este observatorio no implica que la RAE acepte su uso«.
En la renovada web de la Real Academia.
En las redes sociales, muchos usuarios tomaron la inclusión del pronombre «elle» como un gesto de apertura de académicos que supieron rechazar el uso del lenguaje inclusivo. Otro término que aparece es «cisgénero», designado como «el correlato opuesto de transgénero: designa a las personas en las que el sexo biológico y la identidad de género coinciden». Y agrega: «Ya existe una propuesta de adición de esta palabra al diccionario«.
¿Otros términos bajo análisis? El catálogo es extenso. Entre ellos, en un 2020 marcado por la pandemia, aparece «encuarentenar», definido como «un derivado válido creado sobre la voz cuarentena. Se documenta, principalmente en el español de América, junto a otros derivados, como cuarentenar y cuarentenear. Todos ellos están ya en proceso de incorporación al DLE»,es decir, al Diccionario de la Lengua Española.
También se da cuenta de la palabra «feminazi», descripta como «un acrónimo de feminista y –nazi (elemento actualmente usado en voces compuestas para añadir una matiz de intransigencia y totalitarismo a algunos términos) que se emplea con intención despectiva con el sentido de ‘feminista radicalizada’. Por el momento no figura en el DLE». Una primera versión de esta definición se había presentado en 2018 a través de Twitter, lo que causó una polémica que se puede releer con un click acá.
La RAE también estudia la circulación del anglicismo «influencer» –recomiendan el uso de «influyente»- y «austericidio» neologismo utilizado para «expresar el suicidio por austeridad».
La semana pasada, el director de la Real Academia, Santiago Muñoz Machado, encabezó el lanzamiento del nuevo portal de la institución, que incorpora documentos y facilita el acceso a consultas rápidas sobre el idioma. En la presentación, se indicó que que si en el siglo XVIII la RAE sentó las bases del español con la ortografía y la gramática, en el XIX luchó por el mantenimiento de su unidad y en el XX apostó por el panhispanismo, el siglo XXI es el de la Academia digital.
// El Clarín