La abogada de los dos agentes policiales que balearon al niño de 6 años en una persecución sostuvo que el hecho se trató de un accidente. Apuntó al padre del menor como el responsable de haber desencadenado la situación.
Liz Martínez, abogada de los agentes Derlis Sanabria y Juan Amarilla, dijo a radio Monumental 1080 AM que los 11 disparos al automóvil donde viajaba el niño de 6 años son fruto de “un accidente”.
La letrada sostuvo que, de acuerdo con la versión de sus defendidos, la patrullera cayó a un bache en las inmediaciones del sitio donde acabó la persecución. Esto habría ocasionado que el arma “se dispare accidentalmente”.
Detalló que Sanabria iba con el cuerpo fuera de la ventanilla, apuntando al automóvil, pero sin disparar. Explicó que al caer en el pozo, los disparos se dieron automáticamente sin que el agente pueda controlar.
Martínez también apuntó al padre de familia como responsable de la situación. Cuestionó la velocidad que emprendió pese a que ya estaba siendo alertado a través del megáfono.
Dijo que el conductor declaró que buscó un punto con mayor iluminación para poder parar; sin embargo, según contó la representante legal, se pasaron varias estaciones de servicios donde pudo haber detenido la marcha.
Justificó la persecución policial y contó que un vehículo de las mismas características estaba siendo buscado por las autoridades, aparentemente por varios hechos de atraco a bancos y financieras.
Los dos agentes policiales están imputados por homicidio doloso en grado de tentativa, omisión de auxilio y lesión corporal en el ejercicio de la función pública, en calidad de autor y coautor.
En ese sentido, Martínez manifestó que la figura de omisión de auxilio no corresponde y que hay pruebas que el personal policial pidió apoyo.
“Hay un video de circuito cerrado donde se nota a Sanabria manipulando el celular, él estaba pidiendo socorro a los Bomberos Voluntarios de Luque», puntualizó.
El conductor del rodado dijo que evadió el control policial por temor a una multa o tener que pagar coima, por lo que fueron perseguidos durante un trayecto de casi 8 kilómetros desde la ciudad de San Lorenzo hasta Luque.
El niño recibió dos impactos de bala en la zona lumbar y uno de refilón en la zona de la ingle. Se encuentra internado en el Hospital de Trauma con cuadro estable, pero aún en terapia intensiva. // Ultima Hora