No hubo inmediatas reivindicaciones sobre la responsabilidad de los ataques en un país que estuvo en guerra durante décadas contra los separatistas tamiles, que utilizaban bombas en sus actos.
Sri Lanka vivió ayer un sangriento Domingo de Resurrección con más de 200 muertos, entre ellos una treintena de extranjeros, y 450 heridos, tras una serie de atentados que golpearon tres iglesias en las que los fieles celebraban la festividad cristiana, cuatro hoteles y un complejo residencial.
Las seis primeras explosiones ocurrieron de forma simultánea hacia las 8.45 locales en tres hoteles de lujo en Colombo y también en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y la tercera en la oriental ciudad de Batticaloa. Las imágenes que llegaban de los lugares siniestrados mostraban la magnitud de la tragedia, con una de las iglesias con el techo del templo semidestruido, escombros y cuerpos esparcidos, mientras la gente trataba de socorrerlos.
“Escenas horribles. He visto miembros arrancados esparcidos por todos lados. Equipos de emergencia están desplegados en todos los puntos. Hemos llevado a muchas víctimas al hospital, esperamos haber salvado muchas vidas”, relató el ministro para las Reformas Económicas, Harsha de Silva. Horas después, una séptima detonación tuvo lugar en un pequeño hotel situado a unos 100 metros del zoo de Dehiwala, y la última en un complejo residencial en Dematagoda, también en Colombo.
Los muertos en las primeras explosiones ascienden a 202 y los heridos a 450, mientras que en las otras dos explosiones se produjeron cinco muertes más, tres de ellas de agentes, según afirmó el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara. Al menos 32 extranjeros se encuentran entre los fallecidos y 30 más hospitalizados, detalló el presidente de la Autoridad de Desarrollo del Turismo de Sri Lanka, Kishu Gomas.
Entre los muertos, anotó, hay nacionales de Bélgica, EEUU, China y Reino Unido, entre otros. Tras las 8 explosiones, el Gobierno decretó el estado de emergencia y la Policía impuso el toque de queda con efecto inmediato ante el temor a nuevos ataques. El Ministerio de Educación anunció el cierre de todos los colegios del país hoy y el martes, y el Banco Nacional de Sangre pidió a los ciudadanos que dejasen de acudir en masa a donar, pues contaba ya con suficientes reservas. // UltimaHora