El jugador del Olimpia Rodrigo Burgos fue imputado por la Fiscalía, que pidió su prisión preventiva. El juzgado decidió beneficiarlo con arresto domiciliario y le otorgó permisos especiales. Su esposa lo acusa de golpeador.
«Hoy dije basta, hoy dejé el silencio atrás, ya que la justicia no hace nada y deja libre a esta clase de animal», escribía en las redes sociales la esposa del futbolista Rodrigo Burgos, sin poder ocultar la rabia e impotencia por lo que ella asegura una complacencia llamativa del juez Juan Francisco Recalde, que le otorgó medidas alternativas a la prisión cuando fue denunciado por violencia intrafamiliar.
La fiscala Dora Nohl, que atiende actualmente la causa, confirmó esta versión.»El fiscal Julio Ortiz lo imputó por violencia, pidió prisión y decretó su detención. Se presentó el 11 de enero al Juzgado y el Juzgado le otorgó el arresto domiciliario, con permiso para trasladarse a su lugar de práctica», explicó la agente del Ministerio Público, que además confirmó que Burgos también tenía como medida la prohibición de salir del país, sin permiso del juzgado.Sin embargo, el domingo 21 pasado el futbolista pudo ir con la delegación de su club hasta la localidad de Montevideo para disputar un partido por la Copa Libertadores, en la capital uruguaya.

«Tenía prohibición de salir del país sin autorización del juzgado. Tengo entendido que pidió autorización y le concedió. No me dieron intervención ni me corrió el traslado en ese caso. El juzgado directamente le otorgó», agregó la fiscala.

El futbolista, luego se presentó ante el Ministerio Público para su declaración indagatoria, pero se abstuvo de hacerlo, según confirmó la fiscala Nohl.

Este medio intentó comunicarse con el juez Recalde para conocer su versión, pero este no atendió a las insistentes llamadas telefónicas.

Violencia y alcohol. «Acá les presento a su verdadero ídolo. 15 años de aguante y una vida de tortura, alcohol y mujeres a su alrededor. Me cansé de quedarme callada y que me pasen por encima. Porque creyéndose que tiene dinero tienen el derecho de hacernos callar (sic)», detalló la esposa del futbolista, que acompañó su publicación con una serie de fotos donde muestra las lesiones en la boca, en los brazos, en las piernas y en otras partes del cuerpo, teniendo una masiva repercusión en los comentarios de personas que le daban ánimo para seguir con su lucha.

«Hoy digo basta por mis hijas y por mí, y por el miedo de que él me pueda hacer daño de nuevo salgo acá a contar mi verdad y que todo el mundo se entere de quién es la lacra que juega fútbol y se hace llamar ‘León’; esta la verdadera razón del porqué se terminó todo», concluyó.

Dos clubes, distintas posturas
El futbolista peruano Gino Guerrero llegó a nuestro país para jugar por el club Guaraní, a principios de enero. Luego, el hombre fue denunciado por un supuesto hecho de abuso sexual y fue imputado por este hecho. El club automáticamente lo separó del plantel y rescindió el contrato. En el caso de Burgos, el club Olimpia anunció que lo seguirá utilizando y que no tomarán ninguna decisión hasta que la Justicia declare si el hombre es culpable o inocente.

Fuente Ultima Hora.