La manera en la que somos capaces de actuar frente a situaciones que nos generan estrés o malestar es fundamental. Estamos de acuerdo en que no es fácil ni sencillo mantener la calma cuando estamos nerviosos o bajo presión, por eso aquí te facilitamos 10 maneras para aprender a mantener la calma.
Cuando nos alteramos, nuestro cuerpo nos manda señales y notamos que el pulso se nos acelera, la temperatura corporal aumenta, subimos el volumen de voz, algunos músculos se empiezan a poner tensos,… Es en este momento cuando debemos tener en cuenta los siguientes puntos para mantener la calma:
1. Identifica las señales de alarma
Antes de nada, debes procurar estar alerta a las señales que nos manda el cuerpo ante situaciones de tensión y estrés. Es importante que sepas identificar cómo reacciona tu cuerpo en esas circunstancias para aprender a mantener la calma en momentos posteriores.
Si crees que eres capaz de parar la situación, pararás la situación y podrás mantener la calma. Si eres capaz de controlar tu cabeza, más de la mitad de la batalla la tienes ganada.
¿Cómo mantener la calma? Confía en ti y en tus posibilidades para conseguir cualquier cosa que te propongas. Piensa que “no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo aguante” y que “después de la tormenta, siempre viene la calma”. Mantén la calma y sobre todo no entres en pánico. Sea cual sea la situación que te genera tensión, malestar, preocupación,… no va a durar para siempre y eres capaz de superarla.
Aprende a dejar de pensar en negativo y olvídate de los pensamientos del tipo “es imposible, no puedo con tanto trabajo” ya que lo único que conseguirás con ellos es aumentar tu estrés y hacer que la situación sea más complicada. Intenta ver el lado positivo de las cosas.
2. Respira y cuenta hasta 10
“1-2-3-4-5….9-10.” Créeme cuando te digo que es preferible que te tomes tu tiempo para contar números (ya sea hasta el 10 o hasta el 100) hasta relajarte. Así evitas decir o hacer cualquier cosa de la que luego te puedas arrepentir al mismo tiempo que calmas el sistema nervioso.
¿Cómo mantener la calma? Entrena la respiración lenta y profunda cuando te sientas cómodo y tranquilo, para que en situaciones complicadas y cuando estés nervioso, seas capaz de hacerla de manera automática. Inspira, aguanta el aire 5 segundos y expúlsalo despacio. Observa como tu cuerpo deja de estar tenso.
Imagina que es uno de esos días en los que parece que tu jefe te echa la bronca por todo…. Cuenta hasta 10, respira poco a poco y de manera profunda. Cuando te hayas relajado, tu mente se habrá aclarado y serás capaz de ver todo desde otra perspectiva. Ya no pensarás “¡Odio a mi jefe con todas mis fuerzas!” sino “¡Pobrecillo mi jefe, un día malo lo tenemos cualquiera!”.
3. Distánciate por un momento de la situación
Cuando nos encontramos en una situación que nos genera malestar o nervios y necesitamos mantener la calma, una buena opción es alejarte de la situación e intentar tomar aire puro. Si además puedes aprovechar algún rayito de sol te ayudará aún más a mantener la serenidad.
Otra opción siempre que sea posible, es lavarte la cara con agua fría para hacer que la frecuencia cardíaca disminuya. Esto te ayudará a calmarte.
También puedes usar objetos para liberar tensión como pelotas anti estrés. Son pelotas que caben en la mano y que su objetivo principal es aliviar nuestras tensiones al aplastarla. Ayuda a que liberemos la adrenalina que se acumula en momentos de tensión al mismo tiempo que hace que nuestro estado de ánimo mejore.
No podemos olvidarnos de los beneficios que podemos conseguir con la música cuando estamos estresados. Combate el estrés escuchando música.
4. Desconecta tu cerebro, piensa en otra cosa
Cuando estás en tensión y quieres mantener la calma… ¿Has probado a pensar en imágenes que te relajen? ¿Cuáles son los paisajes que te inspiran más sensación de paz y tranquilidad? Quizás si piensas en el mar, el sonido de las olas, la brisa que te llega,… te sea más fácil mantener la calma.
Intenta pensar en cualquier cosa que no sea el problema, tienes miles de opciones: Piensa en tus próximas vacaciones, conéctate a internet, visualiza un paisaje, ponte a leer ese libro que tanto te gusta, intenta recordar aquella situación tan graciosa que viviste hace poco,…
Cada persona es un mundo y por eso, no a todas las personas les relaja lo mismo. Tómate tu tiempo para saberlo y cuando seas consciente de qué es lo que mejor te funciona, solo tendrás que visualizarlo en tus momentos de tensión.
5. Analiza tu situación de manera objetiva
Cuando veas que no puedes más con esa situación que tanta rabia te da y tanto estrés te genera, cuando sientas que vas a explotar, cuando intentes por todos los medios mantener la calma pero no puedas,… sé objetivo.
Imagínate la situación que estás viviendo como si tú no estuvieras dentro de ella y el protagonista fuera otra persona. ¿Cómo lo verías? ¿Lo verías del mismo modo? Si el protagonista de esa historia te pidiera consejo, ¿qué le dirías? Seguro que si no tienes en cuenta las implicaciones emocionales, eres capaz de actuar de un modo distinto y mejor.
También puedes plantearle la situación a alguien de confianza que te ayude a considerar las consecuencias de una decisión determinada y escoger la alternativa más adecuada. Una persona ajena al problema te ayudará a mantener la calma y te dirá su punto de vista objetivo desde una postura externa. Pueda que un persona ajena al problema sea capaz de ver soluciones que tú mismo no puedes ver.
6. Cuidar tu alimentación puede ayudarte a controlar tus nervios
Comer de manera saludable es importante en todos nosotros ya que la alimentación influye tanto en nuestro cuerpo como en nuestro estado de ánimo. Descubre cómo le afecta al cerebro lo que comemos.
Hay personas que para mantener la calma se beben un café o se fuman un cigarrillo porque piensan que eso les produce calma y tranquilidad. Esto siempre es un error. Descubre cómo dejar de fumar.
Otras personas recurren a productos de bollería o chucherías porque piensan que el azúcar es bueno en estas ocasiones o incluso necesitan atiborrarse a comer de cualquier comida que pillen. ¡Error!
No solo el café no es bueno en estos casos sino que cualquier bebida que contenga cafeína puede ponernos más nerviosos. Los productos con azúcar nos hacen el efecto contrario al que deseamos en este momento ya que nos dan energía y por tanto, puede que nos sintamos más alterados aún.
¿Cómo serenarnos? En casos así, los expertos recomiendan tomar chocolate negro y alimentos ricos en vitamina C como fresas, naranjas,… debido a que reducen el cortisol (hormona del estrés) y beber algún tipo de infusión relajante (por ejemplo, infusión con valeriana o alguna tila relajante) para ayudar a mantener la calma.
Para aquellas personas que para mantener la calma necesitan asaltar el frigorífico, se recomienda el consumo de chicles (sin azúcar) que les ayude a disminuir los niveles de estrés y los nervios. Si además procuras masticar el chicle despacio, saboreándolo y de forma consciente, mantendrás tu atención en el chicle e indirectamente prestarás menos atención al problema.
7. La naturaleza puede ser tu gran aliada
En momentos tensos y complicados, alejarte de la situación que te altera es muy importante para aclarar tu mente. Busca un lugar tranquilo donde te sientas cómodo y céntrate en pensar cualquier otra cosa que no sea aquello que te genera malestar.
Si en momentos de tensión tienes la opción de alejarte a algún espacio natural, ya sea la playa, la montaña, el campo,… ¡hazlo! Los colores vivos de la naturaleza hacen que tu mente se relaje.
8. La importancia del ejercicio físico
¿Cómo mantener la calma en situaciones complicadas? Muévete, activa tu cuerpo de cualquier manera. Pasear siempre es muy recomendable. Dar un paseo o incluso (dependiendo de tu forma física) salir a correr es una buena manera de desconectar de los problemas, liberar energía y mantener la mente despejada de las situaciones que nos generan malestar.
Da igual el ejercicio que elijas, siempre es mejor salir a dar un pequeño paseo que quedarte encerrado en tu habitación con los mismos pensamientos intrusivos rondando tu cabeza. El ejercicio físico ayuda a regular las emociones y gracias a que liberamos endorfinas, nos hace sentirnos más felices.
Si eres de los que prefiere otro tipo de actividades o ejercicio físico diferente a correr, puedes buscar alternativas en otras actividades como natación, baile, pilates, yoga o mindfulness ya que ayudan a reducir la tensión que se acumula en nosotros día a día.
9. Perdona, olvida y mantén el sentido del humor
A veces, nos enfrentamos a situaciones en las que por diversas circunstancias, nos sentimos angustiados y culpables.
En estas ocasiones, si queremos mantener la calma, es crucial que seamos conscientes de los errores que hemos cometido y libres para poder perdonarnos a nosotros mismos y poder liberar de este modo la culpa. Si creemos que hemos cometido algún error, debemos saber perdonarnos y darnos una segunda oportunidad.
Siempre es bueno intentar sacar el lado positivo de las cosas y tomárselo todo con humor. Ríete de ti mismo, de la situación y de todo, aunque a veces sea complicado.
10. Date la enhorabuena
Ya sabemos que mantener la calma en cualquier circunstancia no es una tarea fácil. Requiere de mucha paciencia, mucha práctica y ganas y fuerza de voluntad para no darse por vencido cuando parezca que la situación se nos va de las manos.
Date la enhorabuena porque has querido y has podido. Has sido una persona madura y gracias a tus ganas has sido capaz de mantener la calma controlando tanto tus emociones como tus acciones. Siéntete muy orgulloso de ti mismo. Si has fallado en algo, no pasa nada, no te castigues ya que la próxima vez lo harás mejor. Además, los fallos te ayudan a aprender más sobre ti mismo y hacen que te conozcas mejor para que en próximas situaciones no cometas los mismos errores.