La depresión severa es la que aporta la mayor carga de años de vida saludables perdidos, junto con los ataques de pánico. Urge implementar en el país un programa de salud pública dirigido a los trastornos mentales.
El estudio de Carga de Enfermedad revela que en Paraguay, en el 2019 se perdieron 1.766.461 años saludables de vida por diversas enfermedades, que representan una razón de 247 años de vida saludables perdidos por cada 1000 habitantes. De esto, 83,5 años de vida perdidos es debido a muerte prematura y 163,5 años por discapacidad, por cada 1000 habitantes respectivamente.
Las mujeres perdieron más años de vida saludables, concentrando el 51,4% con una razón de 255,8.
Las Enfermedades No Transmisibles son responsables del 66,8% de toda la carga de enfermedad producida en ese año.
La mayor pérdida de años saludables en el país es por trastornos mentales. Durante el 2019 se han perdido 322.043 años saludables de vida por trastornos mentales y de comportamiento.
Dentro de esta categoría, la depresión severa es la que aporta la mayor carga de años de vida saludables perdidos, junto con ataques del pánico, que disminuyen la calidad de vida.
Ante esta situación, la Dra. Águeda Cabello, directora de Docencia e Investigación de Vigilancia de la Salud, indicó que es urgente implementar en el país un programa de salud pública dirigido a los trastornos mentales.
En segundo lugar se ubican los accidentes y lesiones, que se verifica mayormente en hombres; y en tercer lugar se hallan las enfermedades transmisibles. La carga fue consecuencia en mayor medida por las discapacidades que producen las enfermedades, representando un 66,2% del total de los años de vida saludables perdidos.
Se confirma la presencia de un perfil mixto de enfermedades: la depresión unipolar produjo la mayor pérdida de años de vida saludables, le siguen los accidentes de tránsito, la diabetes mellitus y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
El propósito del estudio es mostrar cuáles son las enfermedades que tienen mayor carga, conocer la cantidad de personas que han perdido años de vida saludables, que fallecen prematuramente y que quedaron con alguna discapacidad para establecer las prioridades de salud pública.
El trabajo fue realizado por un equipo liderado por técnicos de la Dirección General de Vigilancia de la Salud y de la Dirección General de Información Estratégica en Salud, con el apoyo técnico y financiero de Vital Strategies.
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