Un guardia de seguridad, que fue víctima de un supuesto asalto por parte de presuntos motochorros, falleció horas después del hecho. Los delincuentes se habrían llevado su arma de fuego. El caso se registró en Pedro Juan Caballero.
Presuntos motochorros atentaron contra el guardia de seguridad de un local en Pedro Juan Caballero, Departamento de Amambay, y presumiblemente se llevaron su arma de fuego. Testigos afirmaron que contaba con una, pero que esta desapareció tras el ataque de los desconocidos.
El hecho se registró alrededor de las 20:30 de este último jueves, sobre las calles Julia Cueto y 15 de Agosto del barrio Bernardino Caballero, de la mencionada ciudad, informó Marciano Candia, corresponsal de Última Hora.
En la ocasión, la víctima, identificada como Roberto Parra Martínez, de 60 años, estaba en la vereda cuando repentinamente fue interceptado por dos hombres a bordo de una motocicleta, quienes abrieron fuego contra él y luego se dieron a la fuga.
El hombre recibió varias heridas presumiblemente de pistola calibre 9 milímetros, por lo que fue derivado al Hospital Regional de Pedro Juan Caballero, donde fue ingresado a la Unidad de Terapia Intensiva. La cantidad de disparos aún no fue determinada.
Horas después, desde el centro asistencial comunicaron que perdió la vida a las 2:20 de la madrugada de este viernes. La causa de muerte fue un shock hipovolémico producido por disparos de arma de fuego.
El comisario principal Óscar Cuevas manifestó que todavía no se pudo determinar si se trató de un atentado directo contra la víctima o si los desconocidos llegaron con intenciones de robo.
El jefe policial indicó que un arma blanca se encontró en el césped, fuera del local, pero que aún no se puede determinar si les pertenecía a los sindicados o al trabajador fallecido.
De acuerdo con los datos médicos, Parra Martínez acusó varios impactos de bala, con heridas en los miembros superiores e inferiores, así como en el abdomen.
Por ello, fue ingresado de urgencia al mencionado centro asistencial y sometido a una cirugía, quedando en estado grave. Si bien luchó por su vida durante algunas horas, finalmente se confirmó su deceso.
Cuevas detalló también que personal técnico de Criminalística recolectó varias vainillas servidas del lugar donde se cometió el homicidio, además de otras evidencias que servirán para esclarecer el caso.
Intervinieron en el hecho agentes de la Comisaría 1ª de Mariscal Estigarribia, con apoyo de agentes especiales de la Dirección de Criminalística de la Policía Nacional. En tanto, la investigación quedó a cargo de la agente fiscal de turno Katia Uemura.
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