Hasta el momento no existe una confirmación oficial de que el cuerpo hallado días atrás en una laguna pertenece al pequeño José Miguel Ozuna. Las pruebas de ADN estarían disponibles en un plazo de 2 meses.
La fiscal Fátima Girala manifestó a GEN/Nación Media que ya al momento de haberse producido el hallazgo del cadáver tuvieron una confirmación por parte de los familiares sobre las prendas que coincidían con las que usaba José Miguel Ozuna al momento de su desaparición.
Debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo, no se pudo hacer la identificación plena ni tampoco se lo pudo someter a una autopsia, por lo que no se podrá determinar la causa real de muerte.
Con los restos óseos, el antropólogo efectuó una reconstrucción del cuerpo para tratar de determinar la edad estimada y el sexo de la víctima. “Según el desarrollo de los huesos podría ser de un preadolescente de 10 a 14 años que coincide con la edad de José Miguel”, mencionó.
En ese sentido, también mencionó que la data de fallecimiento de la persona fallecida coincide con la fecha de desaparición del niño de 12 años que venía siendo buscado intensamente por las autoridades.
Las placas radiográficas tampoco muestran que la víctima haya sido atacada con un arma de fuego o arma. “No tenemos otros elementos que nos hagan suponer que él falleció a causa de una muerte violenta”, refirió.
La agente fiscal adelantó que probablemente harán una reconstrucción para determinar el trayecto que pudo haber seguido el menor fallecido antes de parar en la laguna del barrio Santa Ana donde se produjo el hallazgo.
Girala confirmó que los resultados de los estudios de ADN estarían disponibles en un plazo estimado de dos meses, lo cual permitirá confirmar si es que efectivamente se trata de “Peño”.
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