El hombre en situación de calle tenía una pierna amputada y se movilizaba en silla de ruedas. Tenía apenas 32 años.
Un indigente de nombre Wilson Quiñónez Villar (32) amaneció muerto bajo su camping en una paseo central en la fría mañana del miércoles en inmediaciones de la Conatel de Ciudad del Este.
Pasaba todas las noches cerca de una parada de taxi con otras personas en situación de calle, sin embargo, a pesar de su corta edad tenía complicaciones en su salud.
«Con colostomía (tratamiento de intestino en el vientre), probablemente por accidente o herida de arma blanca. A eso se suma su adicción a las drogas, el alcoholismo crónico y la precaria forma de vivir», afirmó a CDE Hot el forense Aníbal Duarte.
El hombre era conocido en la zona y supuestamente tenía un carácter muy fuerte. Pedía dinero en silla de ruedas y tenía una de las piernas amputadas.
«Según personas que pasaron por acá, desde anoche que estaba así, y a las 04:00, las 05:00 estaba hablando todavía», manifestó un oficial de policía de apellido Cáceres en entrevista al diario La Jornada.
Describieron el lugar donde se manejaba el indigente como muy sucio.
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