El río Paraguay se encuentra en una bajante crítica, al punto que ya está fuera del alcance de los captadores de agua de la Essap. La estatal pide racionalizar el uso y cuenta que en algunas ciudades argentinas y brasileñas se programan cortes de 36 horas para que el servicio llegue a todos. La estatal pide racionalizar el uso y cuenta que en algunas ciudades argentinas y brasileñas se programan cortes de 36 horas para que el servicio llegue a todos.
Esta semana el río Paraguay rompió un nuevo récord mínimo histórico, al situarse 70 centímetros por debajo del cero hidrológico. Este nivel dejó fuera del alcance a las máquinas captadoras de la Essap, que tuvo que colocar bombas flotantes, que se encargan de llevar el agua hasta las estructuras, según explicó el presidente de la Essap, Natalicio Chase, en entrevista con el canal Gen.
Con el drástico descenso, el río transporta una gran cantidad de basura como plásticos, bolsas, cubiertas, animales muertos entre otros desechos. Esto implica un sobresfuerzo para los equipos, que se exponen a presentar fallas, cuya reparación podría tomar entre 12 a 18 horas, algo que felizmente aun no aconteció.
Chasse reveló que la situación es todavía más desventajosa en Brasil y en Argentina, donde en ciudades como Coritiba y Salta, implementan el servicio por turnos y zonas. Hay un periodo de 72 horas de agua y luego una interrupción de 36 horas.
Según Chasse, Paraguay está lejos de alcanzar este extremo. “El Paraguay es un río muy bondadoso en el caudal que tiene, vemos casi imposible que lleguemos a una situación de que no haya caudal para abastecer la planta de tratamiento del área Metropolitana”
Pese a esta remota chance, Essap insta a racionalizar el uso del agua, dejando de lado prácticas innecesarias como regar la vereda, activar regadíos automáticos de dos horas, lavar tres veces por semana el auto, entre otros ejemplos.
//Diario HOY.