OPINIÓN- CARMEN COLMAN 

Es un dicho que se me viene en mente cada vez que autoridades electas niegan el derecho de acceso a la información pública a la ciudadanía, y con un olfato curioso y periodístico se convierte en indicio de irregularidad.

El 22 de abril pasado,  Caaguazú, eligió al señor Alejo Ríos como gobernador del 5to. Departamento, y en cada nuevo periodo de gobierno, los ciudadanos también renuevan las  esperanzas en que sea una administración patriótica, honesta y transparente para esta tierra que tanto amamos. Esto teniendo en cuenta, lo mucho que la clase política ha perdido de confianza.

Tras su victoria, el nuevo jefe departamental había pedido que especialmente los ovetenses le den su confianza para una mejor gobernabilidad.

Alejo Ríos, debe comprender que un gobierno transparente es fundamental para que la ciudadanía le preste su respaldo y confianza. Es por ello que debe saber que el acceso a la información pública, es ante todo un “derecho humano” y haciendo una breve explicación, es consagrado como tal porque es “Inherente a la persona humana, son anteriores o preexistenes a su consagración legal, tiene una preeminencia o superioridad axiológica sobre otros derechos, y especialmente sobre los dictámenes de poderes públicos” Rabbi- Baldi Cabanillas, que en el Paraguay fue reconocido a través de varias leyes.

Este marco regulatorio legal debe ser respetado y cumplido, en toda su extensión, y debe constituir una de las herramientas de control más importantes de todos los ciudadanos.

Para gobernar con el apoyo del pueblo se deben rendir cuentas de la utilización de los recursos públicos, y poniendo a disposición absolutamente todos los datos públicos, que son aquellas generadas en las fuentes públicas cuando cualquier paraguayo lo requiera, tal como lo dicta la ley.

No se puede elegir a quien informar, y a quien no, el acceso a las fuentes de información pública es para todos.

Confiados y esperanzados en que la Gobernación del Caaguazú contará con una oficina de acceso a la información pública, tal como lo establece la ley   5.282/14 con la finalidad de recepcionar las peticiones, de modo a reestablecer esa confianza perdida en la clase política.

Alejo Ríos debe rodearse de gente capaz de cumplir con esta reglamentación, con suficientes aptitudes y capacidad para afrontar estos nuevos cinco años para reivindicar los derechos ciudadanos y satisfacer las necesidades de cada distrito. Sin embargo, para esta comisión es necesaria en primer lugar, la voluntad de quien encabezará este nuevo periodo de administración gubernamental.