Entre la toma de un colegio, tomar la decisión de lanzar palabras poco edificantes y la toma de conciencia… La toma del Colegio Nacional de E.M.D. Dr. Pedro P. Peña por parte de un grupo de alumnos «motivados» por sus padres con razón o no fue más perjudicial que otra cosa para el año en que se conmemoran los cuarenta años de la institución y para la marcha y buen funcionamiento de la casa de estudio.
Lo esgrimido por el citado grupo supuestas irregularidades, el retorno del ganador de concurso en la dirección general Lic. Roberto Carlos Casco. El mismo solicitó en su momento su traslado, pregunto por qué no agotó todas las instancias antes de eso. Por que volver casi a mitad de año en pleno desarrollo del año lectivo? Y las pocas palabras edificantes en el local de Repollito «sé que hay gente en la Institución que no me quiere y el sentimiento es mutuo» poco favor hace esto a la búsqueda de armonía, el Ministerio demora tanto en enviar una delegación de interventores que terminan siendo «intervenidos» por Silvio Piris que entre otras linduras dijo que se encadenaría al portón de acceso si no vuelve Casco.
Termina ordenando y vociferando la redacción de un acuerducho «mezcla de acuerdo y trucho » pisoteando la resolución firmada por el ministro de educación, Raúl Aguilera y traído por unos recaderos que terminan siendo avasallados y amedrentados por el piriri del generalista. En la reunión ni un representante de cuerpo docente. Ni del Centro de Estudiantes. En que derrotero más negro cayó nuestro orgullo secundario? Y para más unos padres que en actitud agresiva gritando a pulmón batiente a los alumnos que deseaban ingresar a dar clases.
Entender este rompecabezas es demasiado. Acusaciones de uno y otro lado y supuestas garras afiladas buscando hincarse en las blandas bolsas de los fondos. El trasfondo muy peliagudo. Mejor celebremos a la madre patria y a las madres voy a tomar un poco de conciencia y no un colegio hasta la próxima…