El influyente periódico estadounidense The New York Times publicó ayer un artículo en el cual destaca la valía del uso del idioma guaraní en el Paraguay. Además cómo y cuánto influye en la competitividad profesional y educativa de quienes lo hablan.
“La renovación de un orgullo en el guaraní, un idioma largamente despreciado en Paraguay”, se titula el artículo redactado por Myles McCormick con fotografías de Dado Galdieri, que fue publicado por The New York Times.
Esencialmente, el material rescata el valor histórico del idioma guaraní en Paraguay. Explica que es el único idioma indígena oficial en América de Sur, pero el enfoque periodístico se centra sobre su utilidad dentro de la sociedad, el ámbito educativo, profesional y judicial y de cómo genera una suerte de división de clases y estratos sociales dentro mismo de nuestro país.
“El uso del guaraní fue aceptado, durante mucho tiempo, en las calles y en el hogar, pero no apto en las esferas del poder (…), sin embargo, hoy en día, funcionarios e intelectuales en Paraguay están trabajando para promover una imagen positiva del idioma, en un esfuerzo por cumplir el objetivo de la Constitución de 1992 de hacerlo equitativo con el español”, indica parte de la nota.
McCormick también hace énfasis en la resistencia que notó para la enseñanza del guaraní en aquellas personas que fueron educadas desde pequeñas en ese idioma. “Muchos todavía tienen estereotipos negativos de su idioma y se han rebelado contra sus hijos a quienes enseñan guaraní, con sus sonidos agudos, nasales y guturales. Dicen que el énfasis en español o en un idioma extranjero haría que sus hijos fueran más competitivos en el mercado laboral”, dijo.
El artículo también destaca los esfuerzos del Gobierno para garantizar las defensas legales en juicios y tribunales con el guaraní.
Una de las entrevistas hechas sobre el idioma fue a Andrew Nickson, un conocido investigador, catedrático y estudioso del país, de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido. Él dijo que hablar solo en guaraní es un factor de desigualdad en el Paraguay y que los compatriotas tienen miedo de la burla, por lo que prefieren “agachar la cabeza y callar sus bocas”.
Sobre la reivindicación del idioma, se hace mención que aumentan los nombres de bebés en guaraní y que muchos negocios que abren tienen sus nombres en guaraní. “El contenido en internet del guaraní también se está expandiendo. Vikipetã, la versión en guaraní de Wikipedia, tiene unas 220.000 visitas cada año”, se lee en el artículo. Sobre este punto, Susy Delgado, ganadora del Premio Nacional de Literatura 2017, una poetisa bilingüe, dijo que “estamos rompiendo el encierro (…) no tan rápido como quisiéramos, pero lo estamos rompiendo”.
Finalmente, se contó la historia de cómo Santiago Peña, el exprecandidato del cartismo a la presidencia, fue duramente cuestionado por no hablar el idioma. “Una de las razones de la caída del Sr. Peña fue una imagen elitista pintada por sus oponentes, ayudada en gran parte por su incapacidad para hablar guaraní, algo que el Sr. Abdo (Mario, ganador de las internas) no dudó en apuntar durante la campaña”, escribió McCormick.
“No era así antes (…). Los políticos sienten esta presión porque ahora saben que aquellos que no hablan el idioma de la gente están lejos de la gente”, dijo finalmente María Gloria Pereira, exdirectora de Currículo del Ministerio de Educación y Ciencias, citada en el artículo del New York Times.
Fuente ABC color.