Una escucha activa que valide las emociones, no interrumpir y animarla a buscar ayuda profesional forman parte de la contención que una persona puede brindar a quien atraviesa emociones que la sobrepasan o que manifiesta pensamientos suicidas. 

Iniciar la conversación puede salvar vidas, y dar lugar a que la persona que está pasando por un momento en que se siente sobrepasada pueda expresar sus emociones puede hacer una gran diferencia.

La directora de Políticas y Normas en Salud Mental y Adicciones, Dra. María Fernanda Rojas, explica la importancia de acompañar a la persona que busca contar cómo se está sintiendo o que incluso señala que tiene pensamientos suicidas.

«Es importante que la persona pueda comentar sentimientos profundos de tristeza y desesperanza y no hay que interrumpirla ni juzgarla», afirma la profesional.

El Ministerio de Salud, a través de la Dirección Nacional de Salud Mental, ha puesto en marcha la Política Nacional de Salud Mental 2024-2030, alineada con la Ley N° 7.018/2022 de Salud Mental, que busca organizar los servicios por niveles de complejidad. Esto incluye un enfoque preventivo en el primer nivel de atención, integrando recursos comunitarios y promoviendo la participación activa de los usuarios y sus familiares en el proceso de atención.

Para mejorar el acceso a la atención, lanzó el Manual Organizacional de la Red de Salud Mental y Adicciones, que organizará los servicios en todo el territorio nacional. Este manual será implementado gradualmente como parte de un compromiso interinstitucional.

Otro paso importante ha sido la creación de un Directorio Nacional de Salud Mental, que agrupa a los profesionales de la salud mental de las distintas regiones sanitarias. Aunque la cantidad de profesionales aún es insuficiente, este directorio se actualiza cada tres meses para optimizar la distribución de los recursos disponibles.

Capacitación y nuevos programas para prevenir el suicidio

El suicidio es uno de los principales problemas abordados por el Programa de Acción Mundial para Superar las Brechas en Salud Mental (mhGAP), que tiene como objetivo ampliar la atención a las personas con trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias desde el primer nivel de atención. En Paraguay, ya se ha comenzado a implementar este programa, con especial énfasis en la capacitación de recursos humanos especializados.

Se está trabajando para que los programas de grado en carreras relacionadas con la salud mental incluyan herramientas específicas para la prevención del suicidio, como planes de crisis, medidas de seguridad y estrategias de regulación emocional.

Próxima habilitación de la Línea de Crisis de Salud Mental

Uno de los desafíos más urgentes es la habilitación de la Línea de Crisis de Salud Mental, que se espera implementar próximamente. Esta línea será un recurso vital para aquellas personas que se encuentren en situaciones de riesgo y que necesiten atención inmediata.

Sensibilización y reinserción en la comunidad

El Ministerio de Salud también enfatiza la importancia de la sensibilización comunitaria para derribar estigmas y superar los tabúes relacionados con el suicidio. Se trabaja de la mano con medios de comunicación, instituciones educativas y empresas para crear conciencia y promover la salud mental.

Después de un intento de suicidio, es fundamental que la persona reciba acompañamiento familiar y profesional, garantizando la continuidad de la atención, restringiendo el acceso a medios de autolesión, y validando sus emociones para apoyar su recuperación.

Se promueve también el mantenimiento de hábitos saludables como el ejercicio físico, una alimentación balanceada, el buen descanso y actividades de ocio, que son fundamentales para la salud mental y el bienestar general.

A nivel mundial, la tasa de suicidios ha disminuido, excepto en las Américas, donde ha aumentado un 17 % entre 2000 y 2019. En Paraguay, la tendencia al alza se ha mantenido constante en los últimos 11 años. En el 2023 se registraron 630 suicidios, y solo en el primer semestre de 2024 ya se contabilizan 305 casos.

Un informe de la OMS publicado en 2021 reveló que el 77 % de los suicidios mundiales ocurren en países de ingresos bajos y medianos, lo que incluye a Paraguay. La mayoría de las víctimas son personas menores de 50 años y el suicidio es la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años. En Paraguay, los hombres son quienes más frecuentemente mueren por suicidio.

Además, los datos del Hospital General Pediátrico «Niños de Acosta Ñu» señalan que, de enero a julio de este año, se registraron 45 internaciones por autolesiones e intentos de suicidio en jóvenes de entre 10 y 18 años, lo que resalta la vulnerabilidad de este grupo etario.

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