Una joven de 19 años denunció haber sido víctima de abuso sexual cuando era menor. Su agresor, presuntamente del círculo familiar, vive a solo 100 metros de su casa y aún no fue detenido por la Policía Nacional. Desesperada, hizo un llamado de justicia a través de NPY, asegurando que ya no soporta más esta situación.
Un testimonio desgarrador y un grito de justicia lanzó una joven de 19 años, residente del distrito de San Joaquín, Departamento de Caaguazú, a través de NPY.
Cuando era menor de edad, un hombre abusó sexualmente de ella, al dirigirse a un mandiocal para llevar alimento a la abuela. Aparentemente, el agresor es su tío.
Tras el hecho se refugió con las hermanas guanelianas, porque su abuela restó importancia. Ahora regresó a su entorno familiar, pero está insegura, según denunció.
En un video que compartió con el canal, la joven cuenta que su agresor vive a 100 metros de su casa, aún no fue detenido por la Policía Nacional, a pesar de una denuncia realizada hace más de un año.
“Pido auxilio, porque me siento muy mal, desesperada, con mucho miedo, porque la persona que me violó me había amenazado con matarme y también a mis familiares”, expresó.
El temor, de acuerdo con la joven, se apodera de ella ante la inacción del mecanismo de Justicia que no puede brindar garantías ni seguridad.
“Ya no sé qué hacer, él sigue suelto y vive cerca de mi casa. Los policías dicen que no le pueden capturar porque la Fiscalía no le da la orden de allanamiento”, indicó.
La víctima pidió a las autoridades designar fiscales que valoren la vida y aparten a quienes solo se interesan por el dinero.
“Ya no puedo más, (estoy) sin dormir, estoy cansada. Tengo muchos problemas de salud y sufrimiento a raíz de este mal que me sucedió”, suplicó.
A pesar de las amenazas y el abandono de la Justicia, la joven quiere seguir alentando a otras víctimas a denunciar los casos.
//Robert Figueredo