Vecinos y familiares de un niño de once años que fue asesinado en Rosario, Argentina, atacaron este lunes a pedradas y saquearon la casa de un presunto vendedor de drogas, al que acusan de estar detrás del crimen.

El hecho ocurrió cuando los allegados del niño, fallecido el domingo a causa de un disparo, regresaban del velatorio.

Además de tirar piedras a la precaria casa del presunto narcotraficante, prendieron fuego su motocicleta, a lo que el hombre respondió primero tirando piedras y luego, disparando con un arma desde el balcón.

Momentos más tarde, llegó la Policía de la Provincia de Santa Fe, a la que los vecinos exigieron que detuviera al supuesto narco, que tenía la cara ensagrentada por la pedrada recibida unos minutos antes.

A pocos metros de la vivienda, los vecinos prendieron fuego y destruyeron el búnker donde se hace la compraventa de los estupefacientes.

La detención del sospechoso se produjo en medio del lanzamiento de piedras por parte de los vecinos, por lo que los uniformados requirieron la ayuda de más oficiales y miembros de grupos especiales fuertemente armados, quienes pudieron trasladar al hombre mediante un operativo con balas de goma y cubriéndolo con escudos.

La Policía sacó de la casa también a la esposa y a una de las hijas del presunto narcotraficante, apodado el Salteño.

Luego de romper a mazazos la vivienda, los vecinos saquearon el contenido, incluyendo artefactos de cocina, del baño, armarios, materiales de construcción y hasta un pequeño perro atado con una correa.

El origen del conflicto
El detonante fue el asesinato de un niño de once años el domingo, cuando también fueron heridos de bala otros tres chicos, como una niña de dos años y otros dos adolescentes de 13 años, en un tiroteo en el barrio de Empalme Graneros, de la ciudad de Rosario.

Rosario, en cuyos alrededores Messi posee una casa dentro de un barrio privado, es considerada la ciudad más castigada por la violencia en Argentina, especialmente por la acción de bandas de narcotraficantes.

Estos hechos se produjeron tras el ataque al local de la familia política del futbolista, la semana pasada.

Los cierres metálicos del supermercado de la familia de la esposa de Messi, Antonela Rocuzzo, en el oeste de Rosario, fueron atacados con 14 disparos en la madrugada del jueves pasado.

Además de los disparos, en el lugar se encontró un mensaje dedicado al capitán de la selección argentina: «Messi te estamos esperando, (el alcalde de Rosario, Pablo) Javkin también es narco, no te va a cuidar».

//EFE