Una pesadilla vivió una compatriota que fue de vacaciones a Cancún, donde un hombre la tomó por la fuerza, se hizo pasar por su esposo y se justificó diciendo que ella estaba borracha. Mientras pedía auxilio, la paraguaya fue rescatada justo a tiempo, de una manera impensada.
Guadalupe Guerreros compró un paquete de viaje a Cancún, México, a donde viajó con un amigo. Una vez allá, se encontraron y compartieron con otras amistades.
En un momento dado, mientras estaban en el resort, apareció un extraño. Allí, ella sugirió a sus amigos regresar al hotel. En ese instante comenzaron a caminar en medio de mucha gente, pero en un descuido, el sujeto la agarró del brazo y la estiró con fuerza, mientras sus amigos continuaron de largo, aparentemente sin percatarse de lo sucedido.
“Me estira y yo le digo que me deje, ya empezaba a llorar, estaba en shock. A la gente que preguntaba qué me pasaba, les decía que yo era su esposa, que estaba tomada”, relató Guerreros, en un contacto con radio Uno.
En el tortuoso trayecto vio a una mujera la que, por el uniforme, describió como una masajista. Le pidió ayuda a ella haciendo gestos con la boca. “Ahí ella lo distrae, como ofreciéndole paquetes de masajes y me estira y me esconde en un baño”, comentó.
Posteriormente permanecieron como unos 30 minutos dentro del sanitario hasta que el delincuente se marchó. “No sé si trataba de secuestrarme, de violarme, pero me llevaba y yo no sabía qué hacer si yo no conocía nada, no conocía a nadie”, lamentó.
Se solicitó apoyo a una mujer quien, gentilmente llevó en su camioneta a Guadalupe hasta el hotel donde se hospedaba y que, todavía quedaba muy lejos del sitio, ya que tardaron mucho en llegar.
Una vez en el hotel, los huéspedes se quedaron a acompañarla al verla totalmente desesperada y hundida en llanto. La compatriota todavía se encuentra en Cancún y regresará en unos días a Paraguay.