La piscina fue sacada de un depósito y el dueño la encontró en una quinta, a 400 metros del lugar donde fue sustraída. El insólito hecho ocurrió en Santa Fe.
Un hombre de 43 años logró recuperar una pileta de fibra de vidrio que le robaron de su depósito. El propietario comenzó a buscarla con un drone en la ciudad de San José del Rincón, en Santa Fe,y la encontró en la casa de un vecino.
El hecho fue denunciado este martes por un hombre que vende piletas de fibra sobre la ruta 1, a la altura del km 5,2. La víctima relató ante los efectivos de la comisaría Nº14 que le faltaba una de las que tenía dentro de su predio.
Una vez que salió de la dependencia policial, utilizó su propio drone para tratar de ubicarla por la zona, creyendo que quien la robó no pudo haber ido muy lejos.
De esta manera, comenzó a sobrevolar con el drone las casas con el objetivo de recuperarla. Tan solo a unos 400 metros, encontró la obra en donde estaban amurando la piscina.
El propietario de la pileta fue hasta la comisaría otra vez para avisarles a los efectivos que la había encontrado. La policía se dirigió hasta el lugar y allí se encontró con un hombre de 31 años, que dijo que en realidad él era el dueño.
Al ladrón le abrieron una causa por el delito de “encubrimiento”, pero quedó en libertad. La fiscal Rosana Peresín se encuentra a cargo de la investigación.
El hecho ocurrió en el barrio Sarmiento, mientras la dueña dormía la siesta junto a sus dos pequeños hijos. Los ladrones, además, se llevaron juguetes de los nenes.
En diálogo con Telenoche Rosario, Daiana, la víctima del asalto, contó cuál fue su reacción al darse cuenta de que la pileta no estaba. A su vez, denunció una ola de robos en el barrio. “Fueron cinco minutos de shock, porque era mirar y ver el pasto, los juguetes, los chicos. El nene de 10 años que estuvo todo el día diciéndome ‘mamá ¿dónde está la pileta?’”, relató.
En este sentido, la mujer señaló que siente angustia de pensar en que se llevaron algo que era “para los chicos” y contó que la compró hace menos de un mes, con un gran esfuerzo económico.
“Es una casa humilde. Ingresaron, vieron la pileta, los juguetes. Estamos hablando de dos criaturas, que para poder pasar el verano y soportar el calor, tenían la pileta. No les interesa nada”, agregó.