Los investigadores afirman haber encontrado una segunda paciente cuyo cuerpo parece haberse librado del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida, lo que refuerza la esperanza de que algún día sea posible encontrar una forma de curar a más personas de esa enfermedad.
La paciente no ha recibido ningún tratamiento regular para su infección, sino que es una rara «controladora de élite» del virus que, ocho años después de ser diagnosticada por primera vez, no muestra signos de infección activa ni signos de virus intacto en su cuerpo, informaron los investigadores este lunes. Esto solo se ha registrado una vez antes.
El equipo internacional de científicos informó en la revista Annals of Internal Medicine de que la paciente, originaria de la ciudad de Esperanza (Argentina), no mostraba indicios de VIH intacto en un gran número de sus células, lo que sugiere que podría haber logrado de forma natural lo que describen como una «cura esterilizante» de la infección por VIH.
Segunda paciente
La mujer de 30 años del nuevo estudio es solo la segunda paciente que se ha descrito que ha logrado esta cura esterilizante sin ayuda de un trasplante de células madre u otro tratamiento. La otra paciente fue una mujer de 67 años llamada Loreen Willenberg.
«Hasta ahora solo se había observado una cura esterilizante del VIH en dos pacientes que recibieron un trasplante de médula ósea altamente tóxico. Nuestro estudio demuestra que dicha cura también puede alcanzarse durante la infección natural, en ausencia de trasplantes de médula ósea (o de cualquier tipo de tratamiento)», escribió este lunes en un correo electrónico a la CNN el Dr. Xu Yu, del Instituto Ragon del Hospital General de Massachusetts, el MIT y Harvard, que fue autor del estudio.
«Los ejemplos de una cura de este tipo que se desarrolla de forma natural sugieren que los esfuerzos actuales para encontrar una cura para la infección por el VIH no son elusivos, y que las perspectivas de llegar a una ‘generación libre de SIDA’ pueden ser finalmente exitosas», escribió Yu.
Yu, la Dra. Natalia Laufer de Argentina y sus colegas analizaron las muestras de sangre recogidas de la paciente de 30 años con VIH entre 2017 y 2020. Tuvo un bebé en marzo de 2020, lo que permitió a los científicos recoger también tejido de la placenta.
Diagnosticada en 2013
La paciente fue diagnosticada por primera vez de VIH en marzo de 2013. No inició ningún tratamiento antirretroviral hasta 2019, cuando se quedó embarazada y comenzó el tratamiento con los fármacos tenofovir, emtricitabina y raltegravir durante seis meses en el segundo y tercer trimestre de su embarazo, señalaron los investigadores. Después de dar a luz a un bebé sano y negativo para el VIH, dejó la terapia.
Un análisis de miles de millones de células en sus muestras de sangre y tejidos demostró que había estado infectada por el VIH anteriormente pero, durante el análisis, los investigadores no encontraron ningún virus intacto capaz de replicarse. Todo lo que pudieron encontrar fueron siete provirus defectuosos, una forma de un virus que se integra en el material genético de una célula huésped como parte del ciclo de replicación.
Los investigadores no están seguros de cómo el cuerpo de la paciente fue capaz de deshacerse aparentemente del virus intacto y competente para la replicación, pero «creemos que es una combinación de diferentes mecanismos inmunológicos: es probable que las células T citotóxicas estén involucradas, el mecanismo inmune innato también puede haber contribuido», escribió Yu en su correo electrónico.
«Ampliar el número de individuos con posible condición de cura esterilizante facilitaría nuestro descubrimiento de los factores inmunológicos que conducen a esta cura esterilizante en una población más amplia de individuos infectados por el VIH».
Alrededor de 38 millones de personas viven con la infección del VIH en todo el mundo. Si no se trata, la infección puede desembocar en el síndrome de inmunodeficiencia adquirida o SIDA. El año pasado, unas 690.000 personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida en todo el mundo.
// CNN