La pequeña afirmó en el juicio que había sido abusada todos los domingos antes de la misa, mientras que el religioso negó su responsabilidad en los hechos.
El párroco de Chihuahua Aristeo Baca fue declarado culpable de abuso sexual y violación agravada a una niña que era monaguilla en esa iglesia, entre 2015 y 2018.
La Fiscalía General de Chihuahua, a través de la Fiscalía Especializada de la Mujer, determinó la culpabilidad del sacerdote luego de escuchar a 20 testigos, conocer el resultado de peritajes oficiales y pruebas documentales. El juicio comenzó el pasado 25 de enero.
La Justicia consideró que Baca quebrantó la relación de confianza con la familia de la menor de edad, que en ese entonces tenía ocho años, y se aprovechó de ello para tener acceso a la pequeña, que era monaguilla de la parroquia Santa María de La Montaña, en Ciudad Juárez, capital del mencionado estado mexicano.
Abuso sostenido
Durante el juicio oral la menor afirmó que cada domingo, antes de la misa matutina, fue violentada por Baca mientras que ella y su padre lo ayudaban con la preparación de la eucaristía.
La familia de la pequeña trabajaba desde hace 24 años en esa congregación católica, por lo que posteriormente los hijos se unieron a las tareas religiosas en esa iglesia. En sus testimonios en los tribunales manifestaron que tenían plena confianza en el párroco.
El próximo lunes se realizará la audiencia para la individualización de la pena. Según la defensa del imputado, el sacerdote afrontará el proceso «para limpiar su nombre».
¿Cómo se llegó al juicio?
Los abusos fueron denunciados en diciembre de 2018, luego de que la menor, que ya tenía 11 años, contara lo ocurrido desde 2015 hasta ese año. Sus parientes habían notado el rechazo de la niña al sacerdote y por ello decidieron hablar con ella sobre las razones para tal comportamiento.
Baca fue detenido el 9 de febrero de 2019 y se encuentra en un asilo bajo arresto domiciliario, a pesar de que el Ministerio Público había pedido que asumiera el proceso en prisión. La niña tuvo que cambiar de escuela y la familia se trasladó a otra vivienda por temor a represalias.
Su padre dijo ante los jueces que los abusos le causaron a su hija daño físico y emocional, dolor, rebeldía y la pérdida de la fe que profesaba.
Reacciones encontradas
Al conocerse el veredicto, organizaciones feministas que han acompañado el juicio, y que se encontraban a las afueras de la Fiscalía, celebraron la decisión.
El Movimiento de Mujeres y la Red por la Infancia de Ciudad Juárez participaron activamente en el seguimiento del caso a través de manifestaciones, vigilias y la exigencia de un proceso «con perspectiva de género e infancia«.
Estos colectivos habían denunciado inconsistencias tales como el retardo de dos años para que se iniciaran las audiencias tras la denuncia. Además, manifestaron su desacuerdo con que se permitiera que un canal de televisión le realizara una entrevista a Baca, quien afirmó que no hizo lo que le atribuyen, desde su prisión domiciliaria.
Por otra parte, durante las audiencias, grupos de feligreses de la parroquia Santa María se apostaban a las afueras de los tribunales para clamar por la liberación del sacerdote, al que consideraban inocente.
Chihuahua ocupa el primer lugar de delitos de violencia sexual infantil y adolescente, según datos de Red Mesa de Mujeres, sin embargo, el proceso de penalización por estos delitos es deficiente.
Durante 2020 se abrieron 205 expedientes por este delito de violación a niñas de entre 0 y 11 años y 374 contra niñas y adolescentes de 12 a 17 años.
// RT