La escala de los delitos empezó a conocerse la semana pasada, cuando el acusado se declaró culpable de dos asesinatos perpetrados en 1987.
El secretario de Salud de Reino Unido, Sajid Javid, anunció este lunes la apertura de una investigación independiente sobre el caso del exelectricista hospitalario David Fuller, imputado por abusar sexualmente de un centenar de cadáveres de mujeres, incluidas adolescentes y ancianas de más de 85 años, y filmar sus acciones, entre otros delitos.
El objetivo de la indagación es prevenir casos similares en el futuro, así como establecer cómo el acusado perpetró los vejámenes sin que fueran detectados durante tanto tiempo.
Femicidios sin resolver durante más de 30 años
La escala de los crímenes de Fuller, quien permanece bajo arresto desde diciembre de 2020, empezó a conocerse la semana pasada, cuando se declaró culpable de asesinar a Wendy Knell y Caroline Pierce en la ciudad de Tunbridge Wells en 1987.
En aquel entonces, los agentes recolectaron evidencias forenses de ambos femicidios, pero no lograron dar con el criminal, ya que en esa época «la elaboración de perfiles de ADN estaba en pañales», explica en un comunicado la Policía del condado de Kent.
Sin embargo, tras más de tres décadas sin poder resolver los casos, se produjo un avance significativo en 2019, cuando los investigadores compilaron una lista de personas cuyo ADN se parecía al del asesino. Así redujeron el grupo de sospechosos hasta dar con el rastro de Fuller y arrestarlo.
Vejámenes que pasaron desapercibidos
Tras reconocer ambos asesinatos, el hombre se declaró también culpable de vejar sexualmente los cuerpos sin vida de mujeres en hospitales en los que trabajó.
«Entre 2008 y 2020, Fuller se filmó y fotografió a sí mismo abusando sexualmente de los cadáveres de decenas de mujeres y chicas en dos morgues hospitalarias de Tunbridge Wells a las que pudo acceder gracias a su trabajo como supervisor de mantenimiento», cita The Guardian un extracto de la investigación de la Fiscalía de la Corona británica.
Durante el registro del domicilio del detenido, los investigadores hallaron dispositivos de almacenamiento con millones de imágenes indecentes de menores y pornografía extrema. La mayoría de ellas procedía de Internet, pero ocultos en un armario encontraron dos discos duros que contenían grabaciones de los actos necrófilos de Fuller.
«Cuando se examinaron esos discos duros, se encontró que contenían una biblioteca de depravación sexual inimaginable«, afirmó el procurador del caso, Duncan Atkinson.
Durante su interrogatorio, el procesado admitió usar Facebook para buscar fotos de las personas de las que abusó en los depósitos de cadáveres. Además, usaba las etiquetas de identificación y libros de contabilidad de los establecimientos hospitalarios para luego nombrar los archivos.
La Policía confirmó que hubo al menos un centenar de víctimas y logró identificar a 81 de ellas, detalló el detective jefe Paul Fotheringham.
La fecha de la audiencia para la sentencia del caso todavía está por determinar. Se prevé que un reporte preliminar de la investigación se publique a principios de 2022.
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